Precisando…

pOR: José del Carmen Perales Rodríguez.-

 

Lo acontecido en las instituciones federales, bueno, malo o peor, desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República puede verse desde tres ópticas: chairos, fifís o antichairos y valamadristas, que son también las nuevas clases sociales en que nos están dividiendo a los mexicanos quienes tienen, añoran y cuestionan el poder.

La óptica de los chairos, dicho con respeto y por mera deducción propia, es que las instituciones son acosadas por los derrotados o los bajados de su macho a partes iguales, cuestionan en su estilo la exigencia de gobernar diciendo y haciendo, que se cumpla lo prometido, argumentando que nunca se ha gobernado así en ninguna parte del país.

Los fifís o antichairos, adjetivados así con otra dosis de respeto, son precisamente los señalados por esos linchados 30 millones de votantes a los que este grupo acusa de todos los chipotes sobre chipotes que le han salido a la educación, economía, las finanzas, la seguridad, la diplomacia y otras áreas de las que depende la buena marcha del país, la cual, dicen, sólo será posible echando a AMLO de Palacio Nacional.

Y en tercer lugar los valemadristas, que ni consideran al presidente López Obrador salido de una lámpara maravillosa ni tampoco sienten que el país se está yendo al drenaje, no les importa lo que digan las calificadoras, tampoco los desmentidos entre funcionarios, menos lo que digan los medios, pero ojo les vale madre la politiquería no México.

Partiendo de lo anterior y evaluando las manifestaciones, magras o multitudinarias, que presuntamente se hicieron el domingo en todo el país, se puede valorar que en esta ocasión las reacciones de estos tres grupos fueron muy diferentes a las ríspidas confrontaciones que se dieron de julio pasado hasta parte de abril.

Esto último, insisto, ya es ganancia que como mexicanos podemos disfrutar porque parece avizorarse algo de reposo, que desde luego no podremos llegar a percibir hasta que dejemos de contar diariamente por decenas los asesinatos que genera la violencia delincuencial, esa que ven pero no atienden ni mucho menos oyen a quienes la sufrimos.

Será muy difícil que los tres grupos en que yo considero se ha dividido socialmente el país, reitero: por parte de los grupos políticos, lleguen a coincidir en un mismo objetivo, por eso tal vez lo más urgente es que los valemadristas se acuerden que hay urnas y que sean conscientes del valor adquirido que los ubica ahora como fiel de la balanza.

 

APUNTE.- En el Distrito XV es fácil medir el trabajo que están realizando los siete candidatos y candidatas, no por las fotografías ni los videos sino por las ganas que cada uno o una y sus respectivos equipos le ponen al proselitismo, al contacto directo y la congruencia de sus mensajes, que son elementos básicos para arrastrar votos.

Así pues salvo Arturo Soto Alemán, del Partido Acción Nacional, que ayer estuvo en el tianguis de La Paz y en una decena de comunidades rurales, hay quienes se están dejando llevar por la corriente (Morena), otros nadan en contra de ésta pero con un pesado lastre incluido (PRI), aunque también hay quienes siguen sin mostrar vocación (MC, PRD, PT y PVEM) y así la dificultad se multiplica.

 

PENDIENTE.- El resultado de la más reciente evaluación de los 32 gobernadores que realizó Arias Consultores, que ubicó gobernador Francisco García Cabeza de Vaca entre los tres mejor evaluados por la ciudadanía en su desempeño, refleja los avances que registra Tamaulipas en varios renglones que a su vez son los que más débiles encontró a su llegada a finales de 2016, a eso obedece el incremento en la aprobación.

 

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