Col. Candelero…

Por: Abraham Mohamed.-
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El Plan de Gobierno con maña y rumbo del Presidente López Obrador que recién le ponderamos en nuestro anterior Candelero podrá verse bastante afectado si no conjura para mediados de año, la amenazante aparición del fantasma de la recesión que anuncian los oráculos financieros, tanto nacionales como extranjeros.
Y eso sería el acabose, o sea el principio del fin de la neonata Cuarta Transformación del país con su Cuarta Constitución Política que es lo que trae AMLO en su mente y corazón.
Por supuesto, esto habrá de generar comentarios de todo tipo, pero me he atrevido a hacerlo con toda responsabilidad profesional sustentada en informaciones surgidas de instituciones financieras autónomas, y de dependencias del ramo, pertenecientes al gobierno federal.
Para empezar, confirmaré que en su reciente informe del pasado fin de semana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reveló que a consecuencia de los recortes a los presupuestos de las distintas dependencias; al desplome de los ingresos petroleros y a la baja en la recaudación de impuestos (ISR e IVA) por la caída en las actividades económicas, el gasto público en este primer bimestre de 2019 fue de $897 mil 160.5 millones que es menor en $77 mil 153.4 millones a lo aprobado en el Paquete Económico para este año e inferior en 7.7% en términos reales –descontado el efecto de la inflación– al del mismo periodo de 2018.
Es evidente que la economía nacional se deprimió por la “austeridad republicana” decretada por el Presidente, pero es obvio que algo se tiene que hacer para no llegar a la  “pobreza franciscana” como socarronamente dijo Alfonso Romo.
Hacienda reportó que en estos primeros meses del nuevo gobierno los Ingresos totales  fueron de $853 mil 944.7 millones, cantidad inferior en $31 mil 100 millones a los programados en el Paquete Económico y menores en 3.1 % en términos reales a los captados en el mismo periodo de 2018.
Los ingresos petroleros fueron de $105 mil 459.7 millones, cantidad menor en $41 mil 211.1 millones a lo programado y que significa un desplome de 32.7 % en comparación con los obtenidos en el mismo periodo del año pasado.
Los ingresos por impuestos que reflejan la actividad económica, fueron en este primer bimestre del año de $577 mil 7551.5 millones, que son $13 mil 146.7 millones menos de los programados en el Paquete Económico, aunque 3.4 % superiores a los obtenidos en el mismo periodo de 2018.
La recaudación del impuesto sobre la renta (ISR) fue de $306 mil 619.5 millones, menor en 820 millones a lo programado y superior en 3.1%) a la registrada en el primer bimestre de 2018. Del impuesto al valor agregado (IVA) se captaron $165 mil 682.7 millones que es una cantidad inferior en $14 mil 839.9 millones a la programada y también menor en 8.2% términos reales a la del mismo lapso de 2018.
Pero….también hay algo bueno:
Dentro del gasto total, en el correspondiente al gobierno federal –según Hacienda-  se gastaron  en este primer bimestre del año, $453 mil 797.1 millones, ahorrándose  $60 mil 350.1 millones que es 8.1% menos a lo gastado por el gobierno de Peña Nieto en el mismo período del 2018.
Igual ocurrió con el gasto conjunto del IMSS y del ISSSTE que en el periodo de referencia fue de $165 mil 98 millones de pesos, $24 mil 843 millones menos de lo programado, aunque superior en 5.4% al ejercido en el primer bimestre del año anterior.
En cambio, el gasto ejercido en Enero-Febrero por PEMEX y la CFE fue de $172 mil 819.6 millones, cantidad que superó en $20 mil 137 millones a la programada y resultó superior en 5.1% a la del mismo lapso de 2018.
Baja la deuda
Al cierre del primer bimestre del año la deuda neta del sector público federal –que incluye pasivos internos y externos del gobierno, la banca de desarrollo, PEMEX y CFE– se ubicó en $10 billones 815 mil 651.9 millones, cantidad menor por $14 mil 254.7 millones a la reportada al cierre de 2018, según Hacienda.
La deuda neta del gobierno federal –interna y externa– llegó en febrero a $8 billones 40 mil 677.4 millones, cantidad menor en $46 mil 582 millones a la del mismo mes de 2018.
En el primer bimestre de este año, el costo por pago de intereses de la deuda pública fue de $94 mil 602.9 millones, cantidad superior en 11.1 % en términos reales a la pagada
por el mismo concepto en igual periodo de 2018.
RECESION……..RECESION….. RECESION…..
La justificada preocupación presidencial es por lo siguiente:
Recesión es un decrecimiento y caída de la actividad económica durante determinado tiempo al que se le llama coloquialmente, período de “vacas flacas”.
La recesión afecta a la producción, al empleo, a las utilidades en los negocios, etc.
Para que se califique, o más bien se acepte oficialmente una recesión, tiene que confirmarse que la tasa de variación anual del Producto Interno Bruto (PIB) es negativa durante dos trimestres consecutivos.
La recesión es una fase natural del ciclo económico que va desde que la economía alcanza su máximo hasta que llega su mínimo.
Tú sabrás si ya estamos o vamos a caer en el hoyo de la nefasta recesión económica, o sea el “tiempo de las vacas flacas” que nos puede durar 25 años -una generación- para salir de ella, cuando veas que aumenta el desempleo porque las fábricas, comercios, industrias, etc. recortan trabajadores o de plano paran actividades al desplomarse sus ventas y por lo mismo el personal es despedido.
Te diré que también son indicios de recesión cuando bajes tu consumo porque todo lo que comprabas está más caro lo cual se llama inflación; o porque ya no tienes dinero suficiente para comprar lo necesario pues te despidieron de la chamba, o te recortaron el salario o porque te aumentaron las tasas de interés de los créditos que tienes contratados.
Por la recesión también aumentan los créditos impagados, ya que los deudores no tienen con qué pagar las deudas que crecieron por la inflación y por el alza de los intereses.
Por natural efecto, el Producto Interno Bruto (PIB) cae a causa de la baja en el consumo y eso trastoca todos los planes y proyectos de gobierno.
En el sector empresarial, los inventarios aumentan provocando un colapso en los almacenes, por lo que se disminuye la producción, provocando desempleo.
Cuando una recesión es muy fuerte y duradera, se provoca lo que se denomina depresión.
Y bueno….creo que mejor es pararle y estar atentos para saber qué hacer ante el golpe de timón que tiene que hacer ya, el Presidente López Obrador para cambiar de rumbo su actitud y su “Plan de Gobierno con maña” al que aludí en mi pasada edición de Candelero.
Como persona, a ti amig@ lector@ -en buena onda- te recomiendo que te vayas preparando para sortear una larga temporada de “vacas flacas”….
Y no soy agorero del desastre, eh?
ADENDUM: Quiero precisar que, independientemente de todo lo que he comentado, deseo con todo el corazón, que el señor Presidente López Obrador logre evitar que caigamos en la temida recesión y que su Plan de la 4T se convierta en maravillosa realidad, porque yéndole bien a él, nos beneficiará a todos, y obviamente, a nuestro amado México.