PALACIO…

Por: Mario Díaz.-

 

                    

– Se preparan PAN, MORENA y PRI

– ¿Maki, Américo y Balta?

– Pero antes… el Congreso

 

LA aún lejana sucesión del gobernador FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA no es ningún impedimento para que comiencen a barajarse nombres de quienes podrían aspirar al mandato siguiente de solo dos años. Las tres principales fuerzas políticas en la entidad, PAN, MORENA y PRI, en ese orden, se preparan para esa justa electoral que se llevará a cabo en 2022.

 

Antes, en junio del año próximo, presentarán a sus mejores candidatos para competir por las 22 curules de mayoría relativa en el Congreso Local, para integrar la LXIV Legislatura de Tamaulipas. Sobra decir que para el proceso eleccionario de 2019, los aspirantes están en la etapa de medición de músculo político.

 

Por el PAN suenan, y suenan fuerte, la alcaldesa de ciudad Reynosa MAKI ORTIZ DOMÍNGUEZ, el secretario General de Gobierno CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, el senador ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA y el secretario de Bienestar Social GERARDO PEÑA FLORES. De los cuatro, solo la jefa de Comuna no pertenece al establo del actual mandatario estatal.

 

El Movimiento de Regeneración Nacional seguramente evalúa las posibilidades reales del senador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, del futuro delegado del gobierno Federal JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL y del próximo Oficial Mayor de la Secretaría de Educación Pública, HÉCTOR MARTÍN GARZA GONZÁLEZ. No es temerario afirmar que MORENA mantiene una alta expectativa de triunfo en la competencia por la gubernatura cueruda.

 

Con todo y la pasada debacle, el PRI buscará reposicionarse en la elección legislativa y estar en condiciones de presentar batalla política una vez llegado el relevo del gobernador GARCÍA CABEZA DE VACA. Priístas de hueso colorado consideran que el actual secretario de la SAGARPA, exdiputado federal, exalcalde de Matamoros y excandidato al gobierno del estado de Tamaulipas BALTAZAR HINOJOSA OCHOA sería la carta fuerte tricolor.

 

Con todo y que esta entidad federativa representa un porcentaje mínimo en el padrón electoral nacional, con tan solo 2 millones y medio de votantes, la disputa será por demás interesante.

 

Como es lógico, el PAN intentará retener el Ejecutivo Estatal al menos por un par de años más, MORENA pretende el control de los tres poderes estatales, mientras que el PRI buscará recuperar el poder perdido. Sin embargo, a juzgar por el nuevo escenario político local y nacional, la competencia real por la gubernatura tamaulipeca se dará entre Acción Nacional y el Movimiento de Regeneración.

 

En consecuencia, el relevo del Congreso Local en junio próximo se convertirá en la elección-termómetro que podría definir el rumbo político en la esquina noreste mexicana. El arranque de la Cuarta Transformación a partir del primero de diciembre seguramente generará buenos dividendos a los candidatos morenistas en los 22 distritos electorales.

 

De igual forma, si el gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR genera confianza ciudadana, en paralelo se incrementarán las posibilidades de triunfo del abanderado de MORENA.

 

Desde ese ángulo, el PAN-gobierno está obligado a redoblar sus programas de beneficio social y, además, a presentar candidatos a diputados locales con el perfil suficiente para el convencimiento de los ciudadanos con credencial de elector. Justo ahí es donde el dirigente estatal albiazul, FRANCISCO “KIKO” ELIZONDO SALAZAR, habrá de jugar sus mejores cartas.

 

No es abusar del pesimismo augurar que el expartidazo no tiene enfrente un horizonte ni siquiera medianamente halagador; por el contrario, se antoja sombrío. YAHLEEL ABDALÁ CARMONA, lideresa de los priístas tamaulipecos, tiene ante sí un interesante reto político.

 

Y hasta la próxima.

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