PODER POLÍTICO…

Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-

Los acontecimientos violentos protagonizados por los ofendidos habitantes del municipio mexiquense de San Juan Ixhuatepec, población mejor conocida por San Juanico, con sus acciones, están retratando, de cuerpo entero, la preocupante descomposición social que ha ocasionado el gobierno antidemocrático de México, pues se trata de uno más de los paradigmas que son evidentes y probadas realidades determinadas por el proceso de empobrecimiento que se encuentra en franco e innegable crecimiento.

Y, dicho sea de paso, mentalmente tengo muy presente a San Juanico, porque me consta, que hace 34 años, hice un reportaje de la desgracia sufrida por esa población, que padeció por una desgracia causada por una conflagración producida por la explosión de los enormes tanques de una planta distribuidora de gas butano, y cuya hecatombe sucedió el día 19 de noviembre de 1984.

El acontecimiento de la madrugada de este domingo 10 del mes de noviembre del presente año 2018, es otra desgracia de consecuencias igualmente preocupantes porque fueron causadas por la flagrante violación de los derechos humanos que, cometió la policía de la Ciudad de México, misma que probadamente, invadió la jurisdicción del Estado de México, y perversamente violentó los derechos de las familias de la sufrida población de San Juanico.

Las videograbaciones que fueron difundidas por medio de las redes sociales de la Internet, dan cuenta precisa de los excesos y del flagrante abuso de autoridad, de los numerosos policías capitalinos, quienes actuaron a ciegas, al perseguir a unos presuntos ladrones, a los que al parecer no les pudieron dar alcance, y ante ese fracaso, arremetieron en contra de hombres y mujeres, adultos y hasta contra menores de edad, en su fracasado ánimo de cumplir con su deber.

Ese es el pretexto que utilizan, como ilegal justificación, que tradicionalmente es usada por la policía mexicana en general, igual que por los militares, y por las fuerzas de la Secretaría de Marina, y actúan con la nefasta y falsa finalidad de demostrar, el supuesto cumplimiento de sus respectivos deberes.

Esas conductas policiacas y castrenses, además de que evidencian serias deficiencias y carencias de cultura humanista, tanto de parte de parte de los altos mandos, igual que de sus respectivos subalternos, también son pruebas irrefutables de la descomposición institucional que también, es consecuencia irrefutable de la carencia de democracia constitucional, y esa grave omisión gubernamental, repercute en el deficiente Estado de Derecho que padecemos los mexicanos.

 La carencia de democracia en comento, también quedó de manifiesto con la marcha que este domingo 11 de noviembre, hicieron miles de ciudadanas y ciudadanos, quienes luego se concentraron precisamente frente al mal llamado palacio nacional, porque es “Casa de Gobierno”, y en pleno zócalo de la ciudad capital del país, donde cantaron varias veces el himno nacional, en protesta por la arbitraria cancelación del proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto, cuya obra se seguirá edificando hasta el día 30 de los corrientes, y se localiza en lo que fue el lago de Texcoco, cuya ubicación se  encuentra en la jurisdicción del Estado de México.

Y por si no fuera suficiente, esos miles de mexiquenses y capitalinos que alzaron la voz en la referida protesta, ya amenazaron con repetirla el dos de diciembre próximo, al día siguiente de que López Obrador, sea investido como Presidente de México; es penoso decirlo, pero no me he equivocado en ninguna de mis explicaciones en las que señalo, con precisión irrefutable, que AMLO, no sabe que carecemos de una legislación democrática, pero con frecuencia usa esa palabra, como lujoso adorno de su vocabulario.

Pero por otra parte, y lo digo con tristeza,  la sociedad mexicana, incluidos los profesionales del elevados niveles académicos, guardan la misma empatía de ignorancia, no solamente con el presidente electo, sino también con los integrantes del Poder Legislativo que ya entró en funciones a partir del día uno de septiembre anterior, entre los cuales destaca la doctorada en derecho, Exministra de la Suprema Corte de Justicia de la nación, y actual Senadora Olga Sánchez Cordero, quien formará parte del Gabinete de López Obrador, como Secretaria de Gobernación, pero tampoco conoce la concepción democrática verdadera.

En esas condiciones de penosa ignorancia democrática, los que somos parte del  pueblo mexicano, estamos condenados a seguir padeciendo los embates de la creciente pobreza, así como la vileza de la florida, pero muy falsa retórica, que solamente les ha servido a los políticos y a los gobernantes mexicanos, como el narcótico con el cual, desde hace más de 80 años, de manera artera nos ha venido adoctrinando el Gobierno de la República Mexicana.

Lo igualmente penoso, es que, si los académicos, no han podido superar el perverso adoctrinamiento causante de la ignorancia constitucional democrática, a las clases populares no les podemos exigir que comprendan esa grave deficiencia, y a las nuevas generaciones de jóvenes, tampoco  les podríamos exigir que entiendan lo que sus propios mentores no les han sabido enseñar.

Para colmo de males, tanto los líderes de los Partidos Políticos, como sus respectivas bancadas legislativas, que son diferentes a Morena que, actualmente es el Partido Mayoritario del Poder Legislativo Federal, sólo han acertado a decir que serán una oposición responsable, pero no explican en que consistirá esa responsabilidad, y por si fuera poco, todos se dicen democráticos… ¡¡¡QUE VERGÜENZA!!!

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