CUADRANTE POLÍTICO…
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El 26 de junio de éste año, a escasos días de la elección federal, fue divulgado un vídeo, donde se exhibían pruebas contundentes de la complicidad de Carlos Turrubiates y Andrés Zorrilla. Ambos personajes buscaron descarrilar sin éxito el triunfo democrático del alcalde Adrián Oseguera Kernión.
El material con imágenes y audio, muestra el momento en que un pequeño grupo de personas,dirigidos por Turrubiates, y con camisetas morenistas, aceptaban estar al al servicio del, (ya para ese entonces), desprestigiado alcalde panista.
Pero la historia original, se remontaba a varios meses atrás, cuando el pseudo fundador de MORENA en la urbe petrolera, estableció contactos con las élites panistas de Tamaulipas, en ciudad Victoria.
Fue ahí donde Turrubiates recibió instrucciones precisas sobre cual sería su papel, como aspirante interno a la alcaldía. Su misión, hacia el interior de las filas morenistas en Madero, era primero, la de hacerse de la candidatura, para después prestarse a jugar la farsa, y ser un candidato a modo, para facilitar la reelección de Zorrilla.
El plan parecía tener cierto margen de éxito, pero la lectura de los sucesivos acontecimientos enviaría mensajes muy diferentes: en primer lugar la precandidatura de Adrián Oseguera miembro de una familia emprendedora y respetada por los maderenses, conectó de inmediato con las aspiraciones ciudadanas del cambio.
El abuelo de Oseguera, se sabe fue un senador de ideas progresistas, ligado al liderazgo del General Lázaro Cárdenas.
Por lo demás, era natural que los maderenses anhelaran nuevas opciones, ante la decepcionante administración zorrillista, profusa en protagonismo, pero muy pobre en resultados.
El traidor Turrubiates se dio cuenta de ello, pero siguió con su plan, porque ya estaba comprometido con Zorrilla, era su algo así como “su mulita de Troya”. Se dice que ya le habían adelantado dinero, y además le habían alimentado la ambición, con promesas de que le iría bien, una vez lograda la reelección.
Fue así como en el mes de abril, un nuevo capítulo de la farsa y la provocación contra Adrián Oseguera, tuvo lugar en ciudad Madero. De nuevo los hilos del power panista en Tamaulipas, manipulaban a un grupo de títeres, tratando de sabotear, los anhelos del pueblo maderense.
En mayo, Carlos Turrubiates volvió aparecer en la escena pública, reclamando su candidatura a la alcaldía, tal y como era su compromiso que había adquirido meses antes con las cabezas del PAN en el estado: ser el candidato morenista, para después perder por nocaut ante Zorrilla.
Pero la terca historia política ya había dado su veredicto, y el efecto multiplicador de simpatías a favor del empresario Oseguera, se convirtió en un oleaje imposible de contener.
De nada valdrían las jugarretas del hombrecillo azul, ordenando que se le negara a su rival político, la entrega de documentos municipales, necesarios para cubrir el formato del registro.
La mala suerte de los conjurados, aun les deparaba el peor capítulo:
El fracaso de la alianza Zorrilla- Turrubiates, tuvo su punto culminante, durante la elección del ayuntamiento en simbiosis con la elección federal, con los resultados que ya todos conocemos:
Ganó Oseguera, pero…¿y que pasó con el traidor que todo éste tiempo estuvo poniéndole piedritas en el camino?
Se sabe de buena fuente que Turrubiates está ya casi con los dos pies en un partido de tono azul, y que desde ahí buscará hacerse de una diputación local.
Pero antes…pretende hacerse publicidad, acusando al alcalde morenista de ordenar una supuesta agresión física en su contra. El ayuntamiento maderense ya ha anunciado que habrá demanda por difamación.
En el sur, Turrubiates sigue remando contra la historia. Y atenta contra la inteligencia del pueblo maderense.
Ya se gastó las monedas que le dieron en el PAN, para traicionar a Oseguera.
¿Hacia que puerto lo llevará su naufragio político? En el sur moreno ya no lo quieren. Y a los panistas les ha dejado de ser útil por el fracaso de su encomienda.
Lo cierto es que su verdadero juego sucio, ha quedado al descubierto.