Por José Gregorio Aguilar
Por las consecuencias de salud y económicas que ha originado la pandemia del Covid19 durante el año que acaba de concluir, es posible que aumenten las personas que caigan en depresión.
Según explicó el padre del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, Isaías Salas Morales, el pasado mes de diciembre se caracterizó por la alegría de convivir en reuniones familiares, pero también por la tristeza y nostalgia al recordar la muerte de seres queridos que por enfermedad o inseguridad ya no están en este mundo.
“Vivir al máximo el presente, yo creo y entiendo que hay muchas razones por las cuales nos visita la depresión, pero tenemos que despedirla de nuestras vidas”.
El párroco victorense aconsejó a los fieles católicos y a la población en general ser agradecidos por este año que comienza, ya que al estar con vida y salud significa una enorme oportunidad para continuar trabajando, para desarrollar proyectos, cumplir propósitos y disfrutar de las cosas; se debe cerrar la puerta a todo lo negativo, agregó.
Admitió que el ser humano es inconforme por naturaleza y nunca está contento con lo que tiene; el problema es que las personas siempre se comparan con las que más tienen y no con las que ni siquiera tienen seguro el plato de comida cada día.
“Aconsejo a todos ser agradecidos con Dios porque nos da oportunidad de terminar el año con vida y salud y tener un plato de comida y al mismo tiempo pedirle al buen padre Dios ayuda para este año y que renueve en nuestro corazón de mucha esperanza los problemas nunca se van a acabar sin embargo vale la pena vivir vale la pena soñar y vale la pena perdonar”.
Muchas veces la felicidad está en las pequeñas cosas, en aquellas cotidianas a las que ya la gente no les presta atención. Hay cientos de personas o familias que no tienen dinero y apenas sí les alcanza para comer pero sus rostros reflejan una enorme felicidad, concluyó el líder católico.
“Conozco cientos de familia que solo tienen al día lo de comer, pero quiero que vean sus rostros como viven una alegría autentica entonces queda claro que no tener dinero no es sinónimo de alegría no es razón para no ser feliz. Tengamos dinero o no hay que estar agradecidos”.