- Víctima de un aneurisma cerebral presentó muerte encefálica a los 25 años, informó el director del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”, Carlos de Jesús López Morales; donó dos riñones y dos córneas
- El titular del Issste, Pedro Zenteno Santaella, reconoció el profesionalismo del cuerpo médico que participó en la procuración y trasplantes de órganos
- Su familia decidió que trascienda dando vida a dos personas y rescatando de la ceguera a otras dos
El Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), con el apoyo del Hospital General “José María Morelos y Pavón”, concretó una donación multiorgánica, de la que se obtuvieron dos riñones en óptimo estado funcional y dos córneas, provenientes de un donante de 25 años que laboraba en la Guardia Nacional y que, gracias al humanismo de su familia, trascendió como héroe al otorgar una nueva oportunidad de vida a cuatro personas.
El Programa de Donación y Trasplantes se ha mantenido aún en pandemia y derivado de esta procuración, el Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza” realizó dos trasplantes renales consecutivos y exitosos, con los cuales suma seis en este año, mismos que se llevan a cabo cumpliendo todas las normas y requisitos de seguridad ante COVID-19, como lo marca el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra), informó el director del nosocomio, Carlos de Jesús López Morales.
Por su parte, el director general del Issste, Pedro Zenteno Santaella, felicitó a todos los médicos y personal de enfermería de los hospitales involucrados en los procedimientos de donación y quirúrgicos, por su compromiso, profesionalismo y entrega con la salud y vida de nuestra derechohabiencia.
A su vez, el jefe del Servicio de Trasplantes, Héctor Saavedra Hernández, precisó que el joven donante gozaba de buena salud en general, lamentablemente presentó un accidente vascular por un aneurisma intracraneal y cayó en muerte cerebral.
Agregó que el 18 de noviembre se realizó la procuración “donde obtuvimos dos riñones y dos córneas”, estas últimas beneficiaron a pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), contribuyendo a que recuperaran la vista y mejoraran su calidad de vida, en tanto que los riñones se trasplantaron a dos pacientes del Issste del Hospital Regional “Gral. Ignacio Zaragoza”.
Los receptores de riñones son muy jóvenes y se encontraban activos laboralmente hasta antes del trasplante: un hombre de 28 años de edad, quien llevaba cuatro años de sufrir insuficiencia renal, casado y padre de una hija; y una maestra de primaria en activo, de 31 años de edad, también con enfermedad renal.
Al recibir los trasplantes, ambos pacientes se rescatan de vivir diariamente sometidos a Diálisis Peritoneal Ambulatoria y recuperan las condiciones de salud para llevar una vida normal en los entornos familiar, social y productivo, puntualizó el especialista.
Actualmente se encuentran en excelentes condiciones y desde el 26 de noviembre fueron dados de alta y reintegrados a sus hogares. Se espera que los injertos renales que recibieron les brinden entre 10 y 15 años de vida saludable.
Destacó que la procuración y los trasplantes son un trabajo de equipo donde se requiere el compromiso, trabajo y esfuerzo de varias áreas hospitalarias, que abarcan desde la detección de posibles donantes, la terapia intensiva encargada de estabilizar al donante para preservar en buen estado los órganos; el Comité de Donación responsable de abordar a la familia del posible donador; los laboratorios de análisis, el servicio de anestesia especializada y el Servicio de Cirugía de Trasplantes.
El equipo multidisciplinario que participó en estos procedimientos está integrado por la titular de la Coordinación de Trasplantes, Lesli Nataly Hernández Correa; el nefrólogo, Jorge Alejandro Bernal López; el enfermero especialista, Pilar Alfredo Ávalos Ramírez; todos bajo el liderazgo del jefe del Servicio de Trasplantes, Héctor David Saavedra Hernández.
Por último, el especialista agradeció a la familia del donante, quienes en medio de su dolor realizaron un acto de amor al dar su autorización para donar los órganos del paciente, quien era elemento de la Guardia Nacional y fue despedido con honores, como el héroe en el que se convirtió al brindar a otras personas que padecían una enfermedad, una nueva oportunidad de vivir más y mejor.