PODER POLÍTICO…
Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-
En efecto, las “bodegas” de la corrupción, son las riquezas mal habidas que han acumulado los políticos y gobernantes, no son, y jamás serán eternas, pero al parecer, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a juzgar por sus crecientes promesas, se evidencia que no está tomando en cuenta esa importante realidad de cobertura nacional, que, a no dudarlo, tiene trascendencia internacional.
Son bien conocidas las listas de casos de gran corrupción gubernamental que AMLO ya puso al descubierto, pero le faltan muchos descubrimientos que tarde o temprano seguirán apareciendo, porque hasta ahora, no se ha puesto al descubierto el fraude multimillonario, como lo es el gigantesco robo del IVA que están haciendo las empresas constructoras de las viviendas que se comercializan mediante muy caras hipotecas, y en franca complicidad con los bancos como BBVA Bancomer institución financiera que cobra a los usuarios, los abonos hipotecarios, pero jamás devuelve el IVA.
Tengo documentado uno de miles de casos que nos ha reportado la licenciada María de Lourdes Covi Martínez, cuya vivienda que por cierto ha sido reparada en tres ocasiones por serios defectos de arquitectura, la cual está ubicada en la calle Dr. Cipriano Guerra Espinosa No. 5785, del Fraccionamiento de nominado “Los Álamos, del plano oficial de ciudad Victoria, capital del Estado de Tamaulipas.
El costo de esa casa de dos plantas, es de poco más de setecientos cincuenta mil pesos, y está siendo financiada por BBVA Bancomer, a un plazo de 20 años, y la propietaria paga siete mil 300 pesos mensuales, con IVA incluido, pero por razones inexplicables, el Banco de referencia, se ha negado a descontar ese impuesto federal, y sin duda lo hace de manera deshonesta, porque de esa manera se queda con el dinero que debiera bonificar a su clientela.
Por tal motivo, es muy conveniente que se investigue esa gran bodega de corrupción para que el gobierno federal recupere ese dinero que a lo largo de muchos años ha quedado en manos de los empresarios que son los dueños de los bancos que operan en México, y lo más grave es que se trata de una problemática financiera de cobertura nacional, que debe ser investigada, y en su caso, también se deben endurecer las leyes para los efectos señalados.
Lo igualmente grave, es que hasta las instituciones financieras gubernamentales, como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), y también el FOVISSSTE, desde tiempo inmemorial, hacen lo mismo, y a lo largo de muchos años han afectado a muchos miles de derechohabientes.
Y como dato anecdótico, viene a mi memoria aquel escándalo surgido durante el régimen del expresidente José López Portillo, quien nombró al profesor Carlos Jonguitud Barrios, principal cacique del SNTE, como director del ISSSTE, y luego lo envió como candidato del PRI para contender por la gubernatura de su natal estado de San Luis Potosí, y para financiar su campaña, aquel que ha sido el más frívolo de los presidentes de México, le autorizó que sustrajera de esa dependencia la suma de 750 millones de pesos.
Lo igualmente criminoso, fue que ese dinero correspondía a las cuotas de los trabajadores al servicio del Estado, y por eso esa sustracción de dinero, fue un robo del priismo, sin el menor escrúpulo, y en cuyo delito de lesa humanidad, actuaron como cómplices del parido tricolor, tan el presidente López Portillo, como el también desaparecido maestro Jonguitud Barrios.
La referencia corresponde a uno más de miles de actos de corrupción, a los que con justificada razón se ha venido refiriendo AMLO, pero hay muchísimas más bodegas de actos de corrupción de los priistas, cuyos integrantes y líderes, siempre se han dedicado al saqueo de las arcas públicas, sin embargo, con mucho descaro siguen presumiendo de ser los constructores de México, cuando en realidad han sido los principales destructores.
El financiamiento en comento, relativo al financiamiento leonino que hacen las empresas constructoras de viviendas, es una muestra más, pero su tamaño es gigantesco, pues tan solo en Tamaulipas, durante el régimen del gobernador Egidio Torre Catú, en la zona centro del Estado se construyeron más de 20 mil casas, e independientemente de que existe la presunción de que el citado gobernador fue el socio mayor de las empresas constructoras, lo igualmente cierto es que se trata de una atraco que sigue padeciendo el pueblo tamaulipeco, porque además no disfrutamos de los efectos beneficiosos del IVA, que se queda en manos de los empresarios y exgobernantes corruptos.
Para finalizar el presente trabajo editorial, me permito hacer referencia a otro atraco gigantesco y de nivel nacional, que han venido haciendo las empresas financieras que se han multiplicado exponencialmente, y que también se aprovechan del IVA para beneficio de los dueños de esa empresas criminalmente usureras, porque los interesas que cobran rebasa por mucho el seis por ciento que la ley federal señala, y además incurren en el delito de cobrar intereses sobre intereses, y ese delito se llama anatocismo.
El pueblo mexicano está sumido en deudas institucionales y de empresas privadas, y eso se debe a que en México la riqueza está estancada y jamás crece, y eso se debe, insisto, en lo que he explicado en repetidas ocasiones, nosotros carecemos de la democracia de la que han presumido todos los presidentes del país, y los partidos políticos en su conjunto.
Urge la adopción de la democracia verdadera como régimen de gobierno, pro solamente se podrá logar mediante la redacción de una nueva Constitución basada en el modelo agrario de la pequeña propiedad de la tierra, con la finalidad de garantizar la indispensable solidez jurídica al derecho de la tenencia de la tierra, a efecto de que el presidente en turno deje de ser el único dueño del país.
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