Mis datos…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

Hay coaliciones electorales que suman y alianzas políticas, que restan. En Tamaulipas, el convenio entre MORENA y el Partido Verde, lejos de potenciar ese esfuerzo unitario, lo desangraron, lo debilitaron. En cumplimiento de esos acuerdos, de los nueve distritos federales de la entidad, correspondieron tres candidaturas al partido de los verdes.
Mucha concesión, para tan poca fuerza aliada.
No hablamos de la fragilidad institucional, estructural del PV.
No.
Eso es ha sido evidente desde que el Niño Verde apareció en el escenario regional de la mano de su papi y de su abuelo.
Toca hablar, de las debilidades intelectuales de dos de su candidatos: la dama que va por el distrito I de Nuevo Laredo y el desconocido que fue candidateado por el distrito V con cabecera en Victoria (Son tan anónimos, que ni al caso viene nombrarlos; o más claro: su anonimato, complica nombrarlos).
Ana Laura Huerta, entró al quite ante la renuncia a la candidatura de la hermana del gobernador, que sensatamente tiró la toalla. La damita ha sido repudiada por las bases morenistas. No haya, ni para donde correr. Se presume, que se colgará de la campaña de la candidata Carmen Lilia Cantú Rosas.
En efecto: quiere ganar nadando de muertita.
Esa postulación de la desconocida aliada, augura malos resultados en la disputa del escaño.
Del candidato por Victoria, nada bueno se puede decir.
Totalmente desarraigado de las comunidades que quiere representar en la Cámara de diputados, le apuesta a ganar con la bendición del Presidente de la república.
La excepción de ese pernicioso lastre, es el candidato a la diputación por el distrito con cabecera en Río Bravo, Tomás Gloria Requena. Este aspirante verde, es un escurrimiento del PRI cuya principal fortaleza es construir alianzas transversales. Ha sido dos veces diputado federal y alcalde de su pueblo, San Fernando Tamaulipas. No se le ve enemigo al frente; con el peso de la marca, y su trabajo realizado en las comunidades agrarias de la comarca, se enfila a ser el único candidato verde que triunfe en el estado.
Esa improductiva alianza –y otros ingredientes–, permitirá al PAN, llevarse tres de nueve diputaciones: Mante, Victoria y Nuevo Laredo.
Nada mal para un partido azul, que anda de capa y cartera caídas…