Por José Gregorio Aguilar

El Arzobispo de Monterrey, Rogelio Cabrera López, quien funge como Administrador Apostólico de la Diócesis de Ciudad Victoria, presidió la Misa Crismal en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús.

Antes de llevar a cabo la bendición de los óleos (aceites), de los catecúmenos y los enfermos y de renovar las promesas sacerdotales que son ritos propios de la Misa Crismal, el Arzobispo agradeció al Obispo Antonio González Sánchez por sus 25 años de servicio pastoral y convocó a todos los sacerdotes y fieles creyentes, elevar una oración por su salud.

“Muy contento de acompañarles en esta eucaristía programática de las fiestas de Pascua. Quiero, primero, pedirles que agradezcamos a Dios los 25 años de ministerio dee mi hermano Obispo Antonio; y también, pedirles a ustedes para que siempre lo tengan presente en sus oraciones. Desde esta Catedral queremos enviarle un saludo a Monseñor Antonio diciéndole que está siempre con nosotros”.

Cabe recordar que este martes, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) confirmó que el Obispo Antonio González Sánchez, después de 25 años de servicio pastoral, renunció a la Diócesis de Victoria por motivos de salud.

Acto seguido, Monseñor Cabrera pidió oración por todos los sacerdotes como seguidores de Cristo; enseguida estos últimos renovaron sus promesas sacerdotales y posteriormente, como parte de la celebración de este memorial religioso, se consagró el Santo Crisma y se bendijo a los demás óleos, la cual es una manifestación de la comunión que existe entre el Obispo –en este caso el Arzobispo- y sus presbíteros en el único y mismo sacerdocio y ministerio de Cristo.

La Misa Crismal es la primera celebración religiosa de los cuatro días más importantes de la Semana Santa; por segundo año consecutivo, esta ceremonia religiosa fue transmitida por la página oficial de la Diócesis y fue seguida por cientos de personas que presenciaron esta conmemoración anual en la que, como uno de los ritos más importantes, los sacerdotes renovaron las promesas que hicieron, ante Dios, el día de su ordenación.

Esta misa especial abre solemnemente el calendario de actividades de la Semana Santa, algunas de las cuales se realizarán sin público o de manera diferente debido a que todavía se siguen presentando muchos contagios del Covid-19