Golpe a golpe… 

Por: Juan Sánchez-Mendoza.- 

La caída de Carlos Romero Deschamps como cacique del gremio petrolero estaba más que anunciada. Y sólo bastó la ‘recomendación’ del Presidente (en una ‘mañanera’), para que éste renunciara a su plaza en la paraestatal; y, enseguida, a la dirigencia sindical. 

Advierto que se le fincarían cargos para procesarlo judicialmente. Pero su ‘derrumbe’ ha resultado más terso que el de Joaquín Hernández Galicia, alias ‘La Quina’, quien fue sacado de su domicilio el 10 de nero de 1989 sin mediar orden de aprehensión, acusado de homicidio calificado, de acopio y almacenamiento de armas para uso exclusivo del Ejército, evasión fiscal, la introducción ilegal de aeronaves y atentar cotra la seguridad nacional, entre otros. 

Ambos encabezaron los trastornos que más han le han afectado y aún siguen dañando a Petróleos Mexicanos (Pemex) en su desarrollo, modernización y finanzas, aunque los regímenes presidenciales caducos –léase priistas y/o panistas–, nunca contemplaron quitarles prerrogativas por temor o complicidad. 

Y no se trata sólo de las aportaciones que por concepto de cuotas la empresa entrega al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (Stprm) –que suman cerca de mil millones de pesos anuales–; de la ayuda para gastos del Comité Ejecutivo General –estimada en más de 300 millones de pesos cada año–; ni de los ‘cañonazos’, que también resultan millonarios (y presumiblemente van a parar al bolsillo de quienes manipulan a los 113 mil trabajadores de base) cada que hay una revisión contractual: el aniversario de la Expropiación Petrolera o Día del Trabajo. 

Hasta entreada la nueva administración, el sindicato formaba parte del Consejo de Administración de Pemex, con cinco plazas, una menos que el Gobierno, y eso le permitía un poder paralelo en la toma de decisiones. 

Además, había un acuerdo firmado entre la Dirección de la paraestatal y el sindicato, que le autoriza a éste constituir empresas de su propiedad, para ser contratadas como proveedoras de Pemex con preferencia sobre otras en las licitaciones públicas. 

¿Qué le parece? 

Esto permitió establecer durante décadas cacicazgos gremiales.  

Vivito, mejor corre 

Allá en Ciudad Madero, precisamente en lo que fuera considerado el feudo de ‘La Quina’, cuya vecindad con su natal Tampico y/o Altamira integran el llamado ‘Sólido sur’ de Tamaulipas, Carlos Antonio Romero Deschamps — diputado federal hasta en tres ocasiones y en dos senador de la República–, aseguró no temerle a la campaña de desprestigio (desatada en contra suya, y de su familia). 

“A mí no me espanta que los enemigos del sindicato ataquen”, dijo (en alguna ocasión), pero lamentablemente, arrastra a su familia. Sin embargo, la unidad del sindicato no se ha roto, ni se romperá por su baja. 

Visiblemente exasperado días previos a su caída –narran las crónicas periodísticas–, dio en acusar que desde hace varios meses ha recibido ataques cotidianos –sin ofrecer pormenores ni pruebas contundentes–, “pero eso no me afecta, a mí ni al sindicato”, expresando, para enseguida precisar: 

“Ya me estaban matando de cáncer, ya me estaban enterrando, por, supuestamente, estar muy enfermo. Ya me estaban renunciando, porque ya era el momento de irme a mi casa. 

“Mis opositores quieren desaparecer al sindicato –anotó–, pero hoy, el sindicato petrolero sigue de pie”. 

No quiso dar una opinión personal sobre su postura en cuanto a la investigación en su contra. 

¿Por cautela o temor? 

Y tampoco creo que hablará tras renunciar a todos sus privilegios. 

En fin, saque Usted sus propias conclusiones. 

Lo cierto es que la recomendación de Andrés Manuel López Obrador, de que se retirará, bien la ha entendido Romero Deschamps, hasta hoy, so pena de que abra la boca para ‘empinar’ a sus cómplices, y en el intento él mismo resultase un procesado más. 

Claro, como siempre lo ha hecho. 

En corto 

+++ Félix Salgado Macedonio finalmente es candidato gubernamental de morena por Guerrero. Y eso le preocupa a Diego Fernández de Ceballos, pues aniquilaría la compra-venta ventajosa que éste y Carlos Salinas de Gortari cometieron para despojar a los ejidatarios de Punta Diamante en Acapulco.