Cd. Victoria.- En materia energética, el cambio de paradigma está en marcha. Será tajante y tan irreversible como los muchos saltos cualitativos que nos tocó presenciar en la segunda mitad del siglo 20 y en estas primeras décadas del 21.
Es inminente, los automotores de gasolina y diésel pasarán a ser historia, como el disco de vinilo, los casets, las películas de celuloide, los viejos disquets de computadora, las máquinas de escribir, las grabadoras de carrete, las pianolas de monedita, los relojes de cuerda, el bulbo y el transistor.
Haciendo memoria, recuerdo haber visto el primer vehículo eléctrico allá en los años ochenta, en una exposición de la feria estatal, cuando estos eventos se instalaban por los rumbos de Tamatán.
Era un prototipo tosco y regordete, no mayor a un carrito de golf, que corría a velocidad de tortuga y agotaba su pila en la ranchería más cercana. Eran (se decía) los autos del futuro, bastante feos, por cierto.
Vaya que las cosas han cambiado. En el presente 2021, prácticamente todas las armadoras del mundo están comprometidas con el cambio tecnológico que reemplazará (a distintos ritmos, según cada país) los motores de combustión interna por sus equivalentes eléctricos.
De aquí el carácter absurdo de la refinería que PEMEX construye en Dos Bocas, Tabasco, con el fin explícito de alcanzar la autosuficiencia nacional en gasolinas y dejar de importarla, como si México fuera más soberano con ello.
¿Y quién va a querer gasolina cuando (pronto, muy pronto) todos los autos serán eléctricos?… Mire usted, la compañía GENERAL MOTORS fue noticia en los últimos días tras anunciar que para 2035 se convertirá en una empresa “CERO EMISIONES”.
Dentro de 14 años, ninguno de sus vehículos habrá de quemar combustibles fósiles derivados del petróleo. Es decir, hidrocarburos como diésel y gasolina.
En los tiempos venideros estarán saliendo los 30 modelos de autos y camionetas que habrán de constituir su oferta inicial en materia de autos eléctricos. Y en el mismo temor están FORD, HONDA, CHRYSER, NISSAN, RENAULT y ese nuevo jugador de grandes ligas llamado TESLA.
DESTINO INCIERTO
Cuestión de recordar que el esmog de megaurbes como la ciudad de México deriva en altísimo porcentaje de su parque automotriz. La nata que flota cuando usted desciende en el avión en la antes llamada “ciudad de los palacios”, aquella olvidada “región más transparente del aire” de la que habló primero ALFONSO REYES y luego CARLOS FUENTES.
Pero ocurre que en Palacio Nacional tienen otros datos. Habría alguna justificación si el propósito central de Dos Bocas, Tabasco, fuera proveer de materia prima a la industria del plástico y las resinas industriales.
No es así. En todos los discursos de AMLO (al menos, los que el autor de esta columna ha escuchado y recuerda sobre el tema) el objetivo aflora con la claridad y la estridencia necesarias para eliminar cualquier duda.
La autosuficiencia de gasolina, es la meta. No importar, no comprar al extranjero como hicieron los gobiernos de la treintena neoliberal, fifís, conservadores, corruptos.
Y lo dice un hombre que también ha prohijado un proyecto ferroviario como es el Tren Maya cuyo tendido de vía está siendo pensado para transportar locomotoras de diésel.
Ello, cuando los trenes eléctricos ya son el paradigma dominante en el mundo civilizado. El primero fue en Japón y data de 1940. ¿Tan atrasados estamos en la carrera tecnológica?
Un presidente LÓPEZ OBRADOR que, por cierto, autorizó y defiende la quema de carbón mineral para generar energía en la Comisión Federal de Electricidad.
Decisión adoptada luego de disponer la cancelación de contratos a los productores de energía eólica que de manera bastante más limpia trabajaban para la CFE, hoy a cargo de MANUEL BARTLETT.
GOBIERNO PAGA
Como en tantas decisiones extravagantes, atípicas, difíciles de explicar, AMLO paga favores de campaña. En este caso al cacique del carbón en Coahuila, actual senador y fallido aspirante a la gubernatura de allá mismo, ARMANDO GUADIANA TIJERINA.
El también llamado “PERPETUO DEL ROSAL” por aquel mítico personaje de comic “Los Supermachos”, politicastro rudimentario.
Les conviene, les acomoda, les gusta, les beneficia más lo sucio que lo limpio. Se aferran a lo viejo y obsoleto en retribución a favores recibidos en 2018.
En este caso, el financiamiento de la campaña presidencial en la región noreste, de manera muy similar al compromiso tan fuerte que se tiene con FELIX SALGADO MACEDONIO en la costa de Guerrero.
El detalle es que (ojo) los costosos favores se los hicieron al candidato, pero el pago (a posteriori) de dichas aportaciones se hace con dinero del erario. Vieja práctica tricolor, llevada a excesos nunca antes vistos por MORENA.
Pero todo opera así, mire usted. Lo mismo si hablamos de las jugosas concesiones del espectro radioeléctrico entregadas a RICARDO SALINAS PLIEGO, que las de telefonía celular otorgadas sin concurso a las empresas de los señores SLIM, AZÁRRAGA y (de nuevo) SALINAS PLIEGO.
Son los costos ocultos de aquellos 30 millones de votos.
BUZÓN: [email protected]