ORBE…

Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Si alguien pregunta cuál es la diferencia en Tamaulipas de las elecciones de este 2021 con las anteriores, la respuesta no sería tan distinta.

Distinguir este proceso electoral de un pasado que no va más allá de los 40 años, seguramente podría ser que en el Palacio de Gobierno de Ciudad Victoria es el PAN, y no el PRI, quien domina la escena política en la entidad.

Evidentemente debe incluirse una pandemia que no se había visto en tantas décadas, en esa magnitud.

Fuera de ahí las grandes transformaciones propuestas por la democracia no son que digamos tan visibles; en principio porque desde Palacio Nacional no se le ha dado a Tamaulipas el nivel presupuestario que merece por su envidiable ubicación estratégica y su aportación sobresaliente al PIB de la nación.

En ese sentido, el arribo de Andrés Manuel López Obrador al poder ejecutivo federal ha propiciado que los avances democráticos no emerjan como se esperaba, y que el gobierno panista de Francisco García Cabeza de Vaca no se desenvuelva en una dinámica económica propia del estado que gobierna.

Partiendo de ese grave problema es que las elecciones, a pesar del covid-19, carezcan de una trascendencia democrática completamente distinta al pasado donde un solo partido controló el poder desde 1929.

DECISIÓN UNILATERAL: CONFLICTO Y CONFUSIÓN

Por causa de ese cruce de nuevas presencias partidistas en los poderes estatal y federal es que no se da a plenitud el desarrollo del estado, provocando conflicto y en gran medida confusión.

Un fenómeno que algunos han aprovechado para desacreditar las peticiones que el Gobernador de Tamaulipas ha planteado, a fin de que el presupuesto estatal vaya a la par con la riqueza que aquí se genera.

Planteamientos que han sido desechados por un ejercicio abusivo de poder, generando una confusión que en la Ciudad de México pretende ser vista como una manifestación ajena al pacto federal e inclinada hacia un exclusivismo interesado que no existe.

Obviamente eso ha generado reacciones de los poderes estatales. Respuestas que han sido precisas y claras sobre los daños causados a los tamaulipecos.

De ahí en adelante ya todo mundo sabe el resto de la historia.

AL FINAL VEREMOS UNA GUERRA SIN VENCEDOR

Bajo ese contexto nadie duda que la oposición al panismo en el poder se valga de esas diferencias para conmocionar a la entidad, azuzando la violencia y encauzar esos desencuentros a escenarios que judicializarán la competencia por las 43 alcaldías, el Congreso Local y las curules federales.

Pero, profundizando más, todo indica que a pesar de tantas piedras que se le pondrán en el camino a la nueva democracia tamaulipeca, la trascendencia de esa guerra fraguada en el centro del país no tendrá vencedor.

El error que dará paso al fracaso en esa guerra será que desde el Gobierno Federal y su partido Morena, ignoran que la gente está harta de los abusos dictatoriales del pasado.

Si AMLO y sus operadores políticos no salen de esa negación antidemocrática, sus aliados llegarán a la conclusión de que en ese partido no existe futuro, sino es que ahí todo debe pedirse a base de imploraciones.

CABEZA MÓVIL: ASISTENCIA A LA CIUDADANÍA

Independiente de la lógica que lleva a que el 6 de junio el PAN ganaría la batalla electoral a Morena, por una democracia que no puede ser ignorada, destaca el “Cabeza Móvil” que lleva a diferentes municipios de Tamaulipas el senador Ismael García Cabeza de Vaca.

Servicios que van de la atención dental, cortes de cabello, optometrista, canasta básica a bajo costo y vacunación antirrábica para animales.

Este apoyo asistencial lo demandan los tiempos difíciles que (precisamente) ha traído la pandemia, cuyas consecuencias son el desempleo y las carencias que afectan a una gran parte de la sociedad, afirmó el legislador del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPAN).

¡Excelente inicio de semana!

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