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José Ángel Solorio Martínez

El PAN tamaulipeco, cree, presume, que ya desentrañó el galimatías electoral que le representa Reynosa, Tamaulipas, la ciudad más poblada de la entidad. Se da por real, que la alcaldesa Maky Ortiz, se amarró para la diputación federal en tanto Chuma Moreno se amacizó en la alcaldía y el perdedor invicto –no ha ganado una sola elección en su vida– Gerardo Peña va por una diputación local –aunque algunos no descartan, que pueda ser a la inversa–.
Es decir: se infiere que ese reacomodo, daña los intereses más sentidos de la familia Ortiz Peña. Así es: con esa ubicación de piezas en el ajedrez político reynosense, queda fuera Makyito –vástago de la familia Ortiz Peña– quien con todo su corazón aspiraba a reemplazar en la alcaldía a su famosa madrecita.
¿Pero, realmente está arreglado Reynosa?
La Makyavélica, no es una dama que honre cabalmente sus pactos políticos. Ya hace meses, le propinó una bofetada al Chuma: se comprometió a hacerlo llegar a la COMAPA y por meses se negó a facilitarle el cargo.
¿Cumplirá ésta vez, trabajando honradamente para el partido al cual le debe toda su carrera?
La mayoría lo duda.
Ni Chuma ni Peña, tienen la potencia de sacar una elección en la ciudad. Entre ambos, suman casi media docena de descalabros. Ante las urnas, y ante la militancia panista reynosense.
(Chuma, arrastra un mal fario desde hace lustros. Su amigo el Ejecutivo estatal, por más intentos que ha hecho por posicionarlo en la ciudad para que la gobierne, nomás no ha podido. Unas veces, porque las limitaciones del actual gerente de la COMAPA lo han impedido; otras, por esas adversidades del escenario local que han conspirado en su contra. Peña, nunca se ha quitado su oriundez: es nuevoleonés y se comporta como tal, lo que le ha impedido crecer entre la ciudadanía reynosense que avizora a los regios como los chilangos de árido-américa).
Buena parte de esas derrotas, las han sufrido por la intermediación de la Makyavélica.
¿Qué hace pensar al panismo tamaulipeco, que la alcaldesa va a cumplir ahora a pie juntillas sus convenios con el primer panista de Tamaulipas?
Es evidente: la Makyavékica irá por lo suyo.
La alcaldía, será asunto del jefe del panismo en el estado y el candidato Chuma –o Gerardo–.
De otra forma: la alcaldesa le meterá potencia para sacar su diputación, que le garantiza su sobrevivencia como actriz política y la mete a la pugna por la candidatura panista del 2022. Y lo más beneficioso para ella: llevará a las instancias federales, cualquier querella que pudiera surgir entre ella y el líder real del panismo tamaulipeco.
Más claro: el Chuma, o Peña, tendrán que rascarse con sus propias uñas.
Escenario tal, le cae venturosamente del cielo al precandidato de MORENA Rigo Ramos.
¿Chuma, o Gerardo, serán nuevamente las víctimas de las taimadas como perversas conductas de la Makiavélica?