Por: José Gregorio Aguilar.-
Para el obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez, multar a quienes no usen mascarillas en la vía pública para prevenir contagios de Coronavirus, no logrará frenar la enfermedad.
En su opinión, los promotores del uso de los cubre bocas deben agotar las campañas de concientización por sobre todas las cosas y no autorizar castigos o cobro de multas a los que no cumplen con las medidas.
Además, la realidad económica de la mayoría de las personas ocasionaría otro problema si se empezara a multar a la gente que por una u otra razón no atiende al cien por ciento con las medidas preventivas para frenar la propagación de esta enfermedad.
“Yo creo que no hay que llegar a eso, creo que hay que despertar la conciencia de las personas y hacerles ver los riesgos que tenemos; por la situación económica que padecemos todos llegar a las multas económicas no se debe dar”.
En México hay dos realidades: la de gente que lo tiene todo: casas grandes, comodidades, dinero, empleo y que fácilmente le dicen a los demás que no salgan y que se queden en casa; pero está la otra realidad de la mayoría de las personas que vive en casas reducidas o sin espacio para la diversión, que se quedó sin empleo o sin ingresos y que además tiene deudas y muchos gastos que afrontar.
Sostuvo que la vida debe continuar y que la gente debe hacer sus actividades normales pero con prevención, mediante las nuevas medidas de higiene y seguridad, en este caso, el uso de cubre bocas, gel antibacterial y sana distancia.
“Por ejemplo, a mí me siguen preguntando que si sigo viniendo o si sigo celebrando misas en diferentes parroquias y yo sigo haciendo mi vida normal digamos, procurando cuidarme, pero estoy tratando de llevar la vida normal y armándome de paciencia y confianza en Dios de que esto acabe pronto”.