Por: Ricardo Hernández

Hace días mientras esperaba en la tienda a que mi amigo, el dueño del negocio, se desocupara de una conversación, le sugirió a un vendedor que hiciera el depósito por medio de una transferencia de banco, desde su smartphone.

El vendedor respondió que no sabía cómo hacerle, porque nunca lo había intentado. Mi amigo le dijo que era muy fácil. La cuestión quedó en una simple sugerencia para el uso de la app.

Me pasó por la mente poder ayudar al vendedor para hacer la descarga de la app, pero no me quise meter en donde no me llamaban.

De todos modos fue mejor eso, porque me hacía falta conocer mucho mejor la función de la app para realizar transferencias, o para hacer una recarga.

El día de ayer programé mi visita al Banco Azteca (Elektra) con la intención de tramitar una tarjeta de débito. Mientras el ejecutivo estaba revisando unos datos en la computadora, le comenté que me iba a adelantar para descargar la aplicación “azteca móvil” desde mi smartphone.

Una vez que descargué la app comencé a llenar los espacios que se me pedían ahí mismo. Considero que no tardé mucho tiempo en hacerlo, lo que sí era importante era anotar, guardar y grabarse las contraseñas.

El ejecutivo me avisó que ya estaba lista la tarjeta de débito; enseguida le echó un vistazo a los datos que yo le había metido a la app.

“Con usted me llevé muy poco tiempo en hacer el trámite de la tarjeta -me dijo-; normalmente me tardo un poco más”.

Aproveché el momento para hacer un depósito de cien pesos. Cuando salí de Elektra, realicé la primera operación de transferencia para depósito de dinero.

¡La operación fue un éxito!

Para los que ya tienen mucha experiencia en estos asuntos, pues les es fácil decir que no tiene mucho chiste saber usar la app, pero para los que apenas andamos en esto, sobre todo cuando estamos acostumbrados a lo tradicional, es decir, de andar haciendo depósitos al banco, o haciendo recargas al Oxxo, como que la app no es de mucha necesidad.

La necesidad surge, creo yo, desde el momento en que necesitas hacer menos tiempo. Cuando puedes calcular las horas o minutos que te tomarías desde que sales de tu casa al centro, luego al Banco, luego en hacer fila, lo que te tardas en depositar.

Claro que estos depósitos o transferencias desde el smartphone son siempre y cuándo se disponga de saldo en la tarjeta.

Lo que puede suceder ante el hecho de no usar la app móvil puede deberse principalmente a la falta de interés por conocer la información sobre la misma, porque en realidad es fácil y sencilla de usar.