ORBE…

Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-

TAMAULIPAS ARROJA UN 8.7%

Mientras las cifras oficiales anuncian que la mortalidad provocada por el covid-19 alcanza en el planeta un 2.7 por ciento, México se sale de esa proporción llegando al 10 por ciento de letalidad.

Ese elevado porcentaje nacional comparado con el promedio mundial alerta que las cosas no están marchando bien de parte de las autoridades federales, más el hecho lamentable de que mucha población no está en la frecuencia de las instituciones del sector salud.

Veo también que en Tamaulipas esa letalidad arroja un 8.7 por ciento de un total de 32,733 casos confirmados (según datos de hace dos días), siendo la zona norte del estado la que encabeza el contagio con 14,354, siguiéndole la zona sur con 13,145 y la zona centro con 5,234, cuyo total asciende al referido en este párrafo.

Estos números deberían fortalecer la conciencia que las y los tamaulipecos debemos tener, respecto a una pandemia cuyos múltiples impactos económicos se agudizarán a niveles extremos si no se respetan las medidas que la Secretaría de Salud de Tamaulipas le insiste a la población.

Recordemos que al respetar las recomendaciones que el Gobierno del Estado enfatiza constantemente, las consecuencias serán menores y los impactos económicos y sociales se mitigarán sensiblemente.

Caso contrario, el fenómeno se quedará mucho más tiempo entre nosotros causando que la actividad económica se desacelere gravemente, pues al darle al virus la oportunidad de contagiar a más personas las decisiones gubernamentales incrementarán las suspensiones de diversas actividades.

No sobra decir que a nivel nacional el número de confirmados es de 938,405 con 92,593 defunciones, dando un 10 por ciento de letalidad. En tanto a nivel mundial el contagio suma 46 millones 840 mil individuos, con un total de 1 millón 204 mil fallecimientos, y una letalidad de 2.7 por ciento.

AMLO Y VIDEGARAY: DUELO DE PODERES

Yéndonos al complicado tema político y al sesgo justiciero que desde Palacio Nacional le quieren dar al Gobierno Federal, resulta que el presidente Andrés Manuel López Obrador se topó con pared cuando un juez federal negó a la Fiscalía General de la República la orden de aprehensión contra el ex secretario de Hacienda y ex canciller Luis Videgaray.

Quién puede ir en contra de que las verdaderas guerras políticas son las que se dan entre los poderes oficiales y los poderes fácticos, pues ambos, aunque lo niegue todo el mundo, están estrechamente relacionados a consecuencia de una corrupción que en el pasado no conoció límite alguno.

Bajo esa lógica se ve cada vez más lejos que los mexicanos vean ante sí la ejemplar aplicación de la justicia. Habrá una abundante pesca de charales, pero de tiburones poco o nada.

TRUMP Y BIDEN, GANAN Y PIERDEN (¿?)

Ahora en los tiempos en que hasta las encuestas pierden una enorme credibilidad, la elección en Estados Unidos continua en una de las más grandes incertidumbres de su historia contemporánea.

Y en medio de la confusión se dice que el presidente Donald Trump ha sido reelegido y al mismo tiempo ha sido derrotado. ¿Usted entiende el trasfondo del mensaje?

Respecto a Joe Biden trasciende que ya es el nuevo presidente de Estados Unidos, pero al mismo tiempo es un candidato fallido dentro de esa trama donde todo es luz y tinieblas. O en su defecto: todo es democracia y todo es guerra por el poder. Faltaba más.

LA MISMA PSICOLOGÍA APLICA AMLO

Lo que ocurre en Estados Unidos es quizá lo mismo que pasa en México, pero en diferente escenario. La estrategia psicológica que AMLO aplica a los gobernadores y a la población, es el de impedir se perciba la realidad de los recursos públicos que tanto han defendido los gobernadores de la Alianza Federalista, incluyendo a Francisco García Cabeza de Vaca.

Son impúdicas mentiras del tabasqueño, dicen algunos, pues el dineral concentrado irá (sin remedio) a las elecciones del 2021, dejando a los gobiernos estatales sin concluir sus proyectos de desarrollo.

¡Feliz fin de semana!

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