ORBE…

Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Afirmar que por el sistemático desastre político las cosas se complican, es una babosada que no debería perdonarse pues la causalidad salta a la vista.

Aunque de esos “datos” están tapizados medios y redes en sus intentos por esclarecer lo que ocurre en Tamaulipas y el resto del país.

Y dejemos las complicaciones del poder, pues la gravedad del fenómeno lo paga la población que no sabe a qué funcionarios recurrir para solucionar sus dramas que se cuentan por decenas de miles.

Ahí está el caso de que nadie sabe nada del superdelegado federal, José Ramón Gómez Leal, mientras que la figura del senador Américo Villarreal Anaya aparece hasta en la sopa, aunque pareciera sólo con fines publicitarios.

Muchísimos tamaulipecos se cansaron de esperar a que el JR hiciera al menos el esfuerzo de emular a su patrón Andrés Manuel López Obrador, por lo menos con una mañanera a la semana.

Por lo tanto quien parece ser el verdadero superdelegado es Américo, orbitando como un dron encima de todos los jefes de las dependencias federales e influyendo en los asuntos oficiales.

Esa “ubicuidad” ha llevado a inferir que el senador será quien coordine en calidad de jefe las campañas de sus correligionarios que busquen ser alcaldes y diputados, además de traer ya en su bolsillo el visto bueno expedido en la ventanilla número uno de Palacio Nacional para ser el candidato de Morena a la Gubernatura de Tamaulipas.

Ese rumor ha llegado a oídos de los alcaldes de Madero y Matamoros, Adrián Oseguera y Mario López, no sólo porque también tienen algunas veladoras prendidas, sino porque justamente han de estar cuestionando el protagonismo del legislador, quien podría ver desinflados sus afanes si en los siguientes días el diputado Mario Delgado gana la encuesta que lo llevaría a la dirigencia nacional de Morena.

Ahí las cosas se le voltearían a Villarreal Anaya porque la fuerza con la que se aparecería por estos lares el diputado y presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara Baja, Erasmo González Robledo, sería de gran influencia entre sus compañeros.

LOS PASTELES Y LA GUERRA SUCIA

Pero las broncas no paran entre los principales protagonistas de Morena-Tamaulipas, pues en esa batalla interna donde se volvieron invisibles el JR y el encargado de ese partido en la entidad, un individuo de nombre Enrique Torres Mendoza, otros conflictos acechan a esta organización.

Se trata de las disputas por el control de las antiguas delegaciones que más bien parecen cotos de poder, que no representan los tan cacareados cambios prometidos por la 4T.

Y no se diga el enorme pastel de 36 diputaciones, 43 presidencias municipales, 57 sindicaturas y 405 regidurías, más las 9 diputaciones federales, que harán que el conflicto subterráneo suba a la superficie y quede a la vista de todos.

Personajes como “El Guasón” Héctor Garza González, Felipe Garza Narváez, Rodolfo González Valderrama, Ramón Garza Barrios, Eduardo Gattás, el gris legislador federal Armando Zertuche Zuani y hasta el priista Óscar Luebbert Gutiérrez son entre no muchos, además de las diputadas y diputados de Morena en el Congreso del Estado, otra zona de guerra como la que protagonizan Delgado Carrillo y Muñoz Ledo.

El primero acusando al anciano de 87 años de acoso sexual y el segundo formulando una denuncia (esa sí más grave) contra el primero de utilizar el presupuesto de la Cámara de Diputados para entronizarse como presidente de ese partido.

No se dude que lo que ocurre arriba se repetirá abajo, y no por lógica filosófica sino porque el ambiente en Morena se volvió tan denso como irrespirable, y sólo un golpe de timón o manotazo sobre la mesa harían que el país volteara a ver de nuevo a Morena-Gobierno Federal.

¿PODRÁ CONFIARSE EL PAN?

El susto para el PAN sería que los morenistas de pronto fueran controlados por una fuerza superior que los saque de esa oscuridad en la que se encuentran. Todo puede suceder y el interés por la Gubernatura en 2022 sería capaz de construir armonías artificiales.

¡Feliz fin de semana!

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