ORBE…

Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-

La emergencia financiera que desborda a todos los gobiernos de este país, federal, estatales y municipales, golpeando muchísimo más a la población y al sector privado, es un llamado que debería estar por encima y no a la par de la disputa electoral de 2021.

Es una alerta que también advierte que el proceso electoral no tendrá la menor importancia si no emergen voces políticas que envíen un ultimátum al gobierno, sin importar las consecuencias.

¿Quién quiere rollos y promesas? Todos hablamos de la sinrazón y la guerra de 2021, pero nadie aborda el tema de que la paciencia social llegó a su límite, por lo que el surgimiento de aspirantes de todos los colores políticos repitiendo los mismos estilos será la noticia más importante, aunque a muchos medios no les convenga difundirla.

Respecto a los precandidatos de Morena que ya iniciaron en todos lados, Tamaulipas no es la excepción, soltando expresiones condescendientes a las consignas del presidente López Obrador, nadie dude que sus estilos trasnochados serán parte de otros enormes fracasos.

Pues después de la pandemia que aún seguirá haciendo mucho daño, a nadie le importa si tal o cual aspirante a la alcaldía o diputación local o federal  se adorna con los “grandes avances” de la 4T.

Deben asumir los que pretenden contender en el proceso electoral 2020-2021 que el malhumor social, en infinidad de casos furia, rabia y violencia, no soportará que alguien venga a hablarles en medio de los efectos devastadores con promesas baladíes, triviales y despreciables.

MUCHOS LOS LLAMADOS Y POCOS LOS ESCOGIDOS

Aquí entonces vale la pena recordar la frase bíblica de que serán muchos los llamados y pocos los escogidos.

¿Qué tanto importa que la mayoría de los “llamados” presuman de sus trayectorias y experiencias, si no enfrentan la agresiva realidad que sufre el pueblo?

No sobra recalcar que aquellos que sean postulados, citando a Tamaulipas, a las 43 alcaldías, empezando por los grandes municipios como Reynosa, Matamoros, Tampico, Nuevo Laredo, Victoria, Altamira, Río Bravo, Mante y Madero, tendrán que echar mano no de una nueva retórica sino de un pacto político-social con los ciudadanos.

Permitiendo que de fallar en lo mínimo (empezando por actos de corrupción)  tendrán que afrontar la inmediata renuncia al cargo y las consecuencias legales de haber defraudado la confianza de la gente.

Incluyendo que a partir de sus ayuntamientos se reclamen los recursos que permitan elevar la calidad de vida de la población.

Conviene mucho que los eventuales candidatos vayan repensando sus intenciones de participar, si en realidad irán al encuentro de la gente con las obsoletas e insustanciales prácticas de siempre, equivalentes a presentarse con las manos vacías.

¿Qué sentido tiene tratar de competir, si no es que se trata de los mismos intentos de verle la cara de idiota al pueblo?

Precisamente por esa causa que de seguro no atenderá la emergencia por la que atraviesa la sociedad y sus sectores productivos, es que habrá grandes sorpresas —para empezar— en la conformación de las listas de los aspirantes, conscientes todos que ya nadie, y menos quien lo presuma, tiene amarrada la candidatura.

Ya no será cosa de que por ejemplo un partido como Morena no esté pudiendo renovar su dirigencia nacional, ni de la crisis que tenga con el que manda en Palacio Nacional.

De lo que se trata es de enviar a la guerra electoral a individuos prestigiados y capaces, en quienes se confíe que su presencia no tiene propósitos de enriquecerse a través del cargo.

Lo mismo para los propuestos por el PAN, PRI, PT, PVEM y el resto de los institutos políticos que deberán presentarse como la solución y no el problema.

EL RECLAMO DE LA EX-CLASE MEDIA A MORENA

¿Qué ocurrirá cuando miles de votantes reclamen a los candidatos de Morena que la clase media donde vivieron por generaciones y por su propio esfuerzo, ha desaparecido, debiendo ahora conformarse con adherirse al padrón de apoyos populares?

¿Por qué partido votará todo ese contingente resentido, cuyo electorado básicamente se concentra en los estados del norte y centro del país? La respuesta es que el PAN daría un giro a varias gubernaturas que se cree serán de Morena, así como a la mayoría en la Cámara de Diputados.

¡Feliz miércoles!

[email protected], @columnaorbe, columnaorbe.wordpress.com