En su origen, el apóstol rescató con su espada divina, el destino de una nación y de una cultura.  En la actualidad, un Presidente de la república y un alcalde, hacen causa común, para ganar la batalla contra la pobreza y la marginación social.  

En la España actual, el apellido Matamoros ya casi no existe, y hay voces  que reclaman su desaparición, por aquello  de que se trata de una palabra compuesta,  que pareciera festejar el asesinato de musulmanes. 

 Pero en la Edad Media, la leyenda  establece que, el apóstol  Santiago se le apareció  en sueños a un rey peninsular, diciéndole que era enviado de Dios,  para ofrecerle su ayuda, en la guerra contra los moros.   

  Al final  de la batalla, las tropas cristianas mataron a cinco mil árabes, (moros), y de ahí nació el culto y el apellido. Cientos de años después, un sacerdote guerrillero  en la gesta de la Independencia mexicana llamado Mariano  Antonio Matamoros, ha heredado para la posteridad, el peso histórico de su linaje, inscrito lo mismo en calles, que en colonias, y en ciudades, como la nuestra, tamaulipeca. 

    Protegida, tal vez, por el mismo apóstol de los tiempos medievales, Matamoros Tamaulipas,  se distinguió por su férrea defensa de la patria, a mediados del siglo XIX. Ostenta tres títulos: heroica, invicta y leal.    

  Políticamente, junto con Victoria, Matamoros, es la ciudad que más ha influido en el diseño político y económico  del Tamaulipas actual, durante los últimos cincuenta años. 

Por estos rumbos se gestaron los primeros contrapesos políticos a la era priista, en los  ochentas. Posteriormente, sus pasados  liderazgos, dos ex gobernadores, que, pese al desgaste político, dejaron obviamente una huella de progreso en su desarrollo. En los años más recientes, la urbe  había caído en el marasmo de  un  prianato decadente. 

 Pero, hoy  está siendo rescatada por el  ayuntamiento morenista  de Mario Alberto López  Hernández. El Matamoros del maestro Mario, le ha dado un nuevo sentido al nombre de este municipio, enfocándolo en su lucha contra la pobreza social. El enemigo a  vencer, es otro.  

  De tal suerte, que, si en la antigüedad, el apóstol ayudó a acabar con cinco mil moros, hoy el ayuntamiento mariano matamorense, acaba de atacar  con una estrategia sin precedentes, la marginación, en uno de los polígonos citadinos de mayor pobreza. El beneficio, es para cientos de familias.  

 Con la creación de un mercado municipal, el ayuntamiento morenista, ha construido un espacio  de vida social  y luminosidad, donde antes  había  un barrio olvidado y peligroso. 

Pero también  han surgido  dos centros deportivos,en un municipio donde, hace años, la infraestructura de la superación y el acondicionamiento físico, lucía invadida de maleza. O de plano era inexistente. 

  Se incrementa notablemente la oferta educativa, con la construcción de tres planteles  escolares, de diferentes niveles. 

 Y mención aparte merecen los llamados CADIS,  Centros Asistenciales  del Desarrollo Infantil, mismos que permitirán a las madres obreras, llevar a sus pequeños hijos, a lugares  seguros, formativos y suficientemente acondicionados. 

   Desde nuestro punto de vista, a estos se le llama, atender el tema de la marginalidad social, de una manera integral. Jóvenes, mujeres  y niños. 

  Pero, adicional a esto que les estamos enumerando, y que forma parte de la labor de la fructífera gestoría, llevada a cabo por  el alcalde López  Hernández  ante la federación obradorista,  se palpa en Matamoros, una  dinámica  sin precedentes en materia de pavimentación,  drenaje, alumbrado y  otros servicios básicos, como la limpieza. 

  La reciente gira  del presidente de la república, Andrés  Manuel López  Obrador   por la urbe matamorense, solo confirmó el enorme tren de transformación urbanística y social. 

  En el avance y el nuevo rostro que hoy muestra Matamoros,  ante el resto del país, y como la primer frontera geográfica ante Estados Unidos, hay, sin discusión, dos protagonistas que la han hecho posible. 

 El primero es el Presidente AMLO que ha instruido a la SEDATU, para que , invierta  más de 600 millones  de pesos en obras de  gran calado social. Y el segundo es el alcalde Mario Alberto  López Hernández, mismo que se ha caracterizado, desde un inicio, por su capacidad de tocar puertas y obtener fuertes inversiones para su pueblo. 

   Este lunes, durante el  II  informe municipal, en Matamoros, estaremos compartiendo, y atestiguando, parte de esta historia.