Como anillo al dedo le cae la pandemia a la administración municipal de la capital tamaulipeca, no solo están varados sin hacer nada, sin cumplir con su compromiso social y de velar por el bien de la ciudadanía, ahora la aprovecharán sacar dinero.

Desde hace uno o dos días desde la misma Presidencia municipal comenzaron a filtrar que estaban en quiebra, que no tenían ni para pagar nomina, situación que no se entendía pues las participaciones siguen llegando, el predial lo siguen cobrando, como nunca se dan las multas de tránsito, hay permisos de obra, y hasta los cobros por recolección de basura son muy eficientes.

Con todo y eso encontraron otra forma de asaltar, perdón, de sancionar a la gente, ahora se sabe que las filtraciones solo era porque estaban buscando como justificar obtener más dinero y lo harán mediante el cobro de multas por circular después de las 10 de la noche, no utilizar cubrebocas al manejar o traer aliento alcohólico, ya encarrilados puede ser que le marquen los tres conceptos.

Pudiéramos decir que es correcto que se cobre a quienes desobedezcan las recomendaciones de salud para así evitar que se continúe con los contagios del coronavirus, porque la verdad es que muchas veces la gente entiende hasta que se le pega en el bolsillo, pero lo cierto es que la nueva medida deja muchas interrogantes y desde el ángulo que se vea es más el afán recaudatorio que preocupación por la salud de los victorenses.

Cierto es que la Constitución dice que todo mexicano tiene derecho a libre tránsito, pero también es verdad que ante una contingencia sanitaria se deben tomar acciones para proteger la vida, eso no se cuestiona, pero para todo hay formas y cumplimiento de los procedimientos, no se puede cobrar algo sin ser autorizado.

Por supuesto que se debe disminuir la movilidad, que los ciudadanos deben actuar responsablemente y utilizar el cubre bocas, que ya es obligatorio en cualquier espacio público, igual es importante que la gente haga conciencia y evite manejar en estado de ebriedad, pero como dijera la abuela, aquí lo importante son los modos, el cómo quieren actuar y el cómo pretenden recaudar.

De entrada, no se vio que esas medidas pasaran por el cuerpo edilicio y quienes las aprobaron o desaprobaron ¿Está pintado el cabildo victorense o cómo?, al alcalde le debe quedar claro, aunque no sirvan para nada muchos de los regidores o síndicos, que no puede decidir él solo una acción de esa índole, de perdido hubieran cumplido con el protocolo y someterlo a consideración del Cabildo pues en teoría son ellos los que deben autorizarle o rechazarle cualquier medida que se pretenda implementar en el municipio.

¿Falta de sensibilidad política, exceso de soberbia?, ¿desconocimiento de los procedimientos?, quien sabe, igual todo junto y eso es parte de la forma de ser del alcalde pero no puede autoritariamente ordenar que se afecte a la ya lastimada economía de los victorenses porque es un hecho, los tránsitos van por todo.

Claro que la mayoría de la ciudadanía está de acuerdo en que se tengan medidas más rígidas para disminuir la movilidad de quienes no tienen nada que hacer en la calle. Todo sería bueno si se utilizaran criterios asertivos, que se vea de verdad que todo es con el afán de hacerle frente a la pandemia, pero en esta ocasión se ve más la necesidad de recaudación. Les urge dinero porque luego no tendrán guardadito para las campañas.

En fin, la situación es que el director de tránsito de la capital tamaulipeca dio a conocer ayer que ya están autorizados para cobrar  a quienes circulen después de las 10 de la noche,  que no utilicen cubrebocas o traigan aliento alcohólico. Si le aplican las tres multas ahí le encargo son alrededor de 15 mil pesos.

Más que estrategia para disminuir la movilidad y bajar los números de contagios y decesos por la pandemia se ve una acción recaudatoria del municipio, sobre todo cuando ellos mismos han expresado que requieren de dinero.

El tema de las multas, que transito ya anuncio, por lo menos debieron ser autorizadas por los regidores y síndicos que igual deben defender a los ciudadanos, o ¿Está pintado el cabildo o cómo?