CUADRANTE POLÍTICO…
POR: FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO.-
Mientras hace alianza con otros homólogos, y gana terreno la rebelión de gobernadores en el país, el jefe político Cabeza de Vaca ha buscado el jaque al rey tabasqueño con la aprobación local de un préstamo por 4 mil 600 millones de pesos. Justo de este tema, nos encargamos hoy en la presente columna.
Porque, después de los sucesos en el legislativo tamaulipeco, trascendió que AMLO ha echado a andar una serie de acciones, encaminadas a ganar tiempo, y a congelar constitucionalmente esta decisión soberana del Tamaulipas cabecista.
Esta última, (el préstamo), una determinación que, por polémica que sea, no deja de tener validez, por la creciente necesidad de paliar la pandemia en las principales ciudades y pueblos de la entidad.
Sin embargo, mientras dura la pandemia, el alegato del empréstito, será mantenido en vilo, desde el centro del país. Y ya una vez pasada la tempestad del Coronavirus, los obradoristas consideran que, la necesidad del financiamiento bancario, perderá sustento.
Y es que, en el fondo, el astuto Peje, sospecha que, allanarle el camino a los gobernadores, en materia de millonarios prestamos, equivale a que el solito se estaría echando la soga al cuello, en la crucial elección del 2021.
Lisa y llanamente, AMLO sabe que, alforjas repletas, equivalen a poderío político, para arrebatarle la mayoría del Congreso , el año que viene. Este y no otro es el gran trofeo que está en la cancha. Y en el caso específico de nuestro estado, los comicios del año próximo, están eslabonados a la sucesión sexenal del 2022. O sea, no es poca cosa, lo que ya desde ahora, se está apostando sobre la mesa político-electoral.
Más que un juego de Tronos, lo que sucede entre Tamaulipas y la federación, es un juego de truenos.
El agarrón que se están dando ambas instancias de poder, abarcan todos los frentes: salud, asistencialismo social y hasta el rubro deportivo. Ahí tenemos el video del JR, poniendo el grito en el cielo, y el otro frente, con un administrador del Correcaminos, el empresario Mansur, que se fue a quejar con José Ramón Fernández, y le llovieron columnazos desde la CDMX.
Tanto el obradorismo, como el cabecismo, han convertido el Coronavirus, en el ring político por excelencia. Y solo el tiempo dirá, quien de estos dos lideres sociales natos, emanados de la democracia mexicana y tamaulipeca, se llevará la victoria.
Por lo pronto, las hostilidades son generalizadas, y tienen un mismo punto de partida y de desenlace: obtener el triunfo en la lucha por el poder que estará en juego en el 2021. O sea, no están poniendo la mirada en la próxima generación, sino en la próxima elección.
El capítulo más reciente, lo observamos cuando desde la Mañanera, AMLO les envío un mensaje a los gobernadores para que no se endeuden. Se dice que la advertencia estaba dirigida a Yucatán, Michoacán y Tamaulipas.
Pero, siguiéndole la huella a la reciente determinación del Congreso local, cuando aprueban un préstamo por 4 mil 600 millones de pesos, para solventar las angustiosas necesidades sociales, derivadas de la pandemia, resulta interesante preguntarnos:
¿Y cuales han sido los sucesos que han surgido o están por ocurrir, como consecuencia de este movimiento de piezas legislativas, por parte del gobernador tamaulipeco?
¿Cómo va este juego de vencidas, entre Cabeza y AMLO? Pues bien, los ponemos al tanto:
Se sabe que, hay tres vías, por las cuales, la 4T estaría preparando sus respectivas respuestas, al tema del famoso préstamo:
La primera sería de carácter jurídico, teniendo como máxima plataforma a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde el obradorismo podría promover una controversia de inconstitucionalidad.
Ello equivaldría a que cada uno de los adversarios echara mano de sus respectivos gun man del derecho mexicano: aquí el duelo de conocimientos y recursos se estaría dando entre Abelardo Perales Melendez y Julio Scherer Ibarra, los dos titulares de sendas oficinas estatal y federal. De ese tamaño sería el asunto.
Para acabar pronto, la guerra sería en las alturas, porque aqui en el estado, ni los diputados locales, ni los alcaldes podrían ponerle el cascabel al poderoso gobierno tamaulipeco.
La segunda vía, es por el lado de la Secretaría de Hacienda que preside Arturo Herrera, misma que estaría preparando ya desde ahora, las acciones legales correspondientes, para negarle su aval al préstamo, aprobado por el Congreso local.
Y un tercer escenario, sería el de carácter político. En este punto, mucho ojo y mucho oído, porque se rumora que, los morenistas tamaulipecos estarían preparando la realización de un serie de encuestas, casa por casa, para evaluar el sentir social. Pero una vez más volvemos a la interrogante anterior:
¿Quiénes se van a aventar el tiro del cantado sondeo entre los ciudadanos de nuestro estado? Se ve en chino quien o quienes pudiesen llevarlo a cabo.