Reflector/ Gilda R. Terán.

Se dice por ahí que este refrán tuvo su origen en la historia de un escultor de edad temprana de la época renacentista  a quién los altos mandos de una iglesia, le pidieron que elaborara una talla que equivale a una obra  escultural tallada en madera, mediante un proceso de desgaste y pulido, con la idea de dar una forma determinada, bueno todo eso se utilizaba  como elementos decorativos o de veneración en algunos templos de esa época.

Pero este joven no le ponía demasiado interés aun sabiendo que le traería altos ingresos monetarios, solo se pasaba horas delante de la talla pidiendo a Dios que completara su tarea, pero el poco accionaba para terminar este trabajo.

Hasta que un día su padre se acercó al escultor y  le dijo, “a Dios rogando, y con el mazo dando”, haciendo alusión a que si él quería tener la fortuna, hiciera su trabajo con empeño, ya que no iba a obtener nada si no ponía  su esfuerzo e interés.

Es por eso que el significado más conocido de este proverbio es el que afirma que si quiere conseguir algo o cumplir un sueño, no lo deje todo a la suerte o espere que llegue por gracia divina, sino que trabaje y ponga toda la fuerza que requiera para conseguirlo.

Y es que no todos los pobres son por culpa del destino, hay quienes son simplemente porque no quieren esforzarse para prosperar, suele ser más fácil echarle la culpa a la política económica, al clima o a los padres, antes que ser tenaz y avanzar en medio de las circunstancias adversas.

Y pues personas así no necesitan de una ayuda asistencialista, lo que requieren es dejar las excusas, las quejas, la ociosidad, y ponerse a trabajar,  y estas exhortaciones de esfuerzo las podrá encontrar hasta en  la Biblia en el libro de Los Proverbios, en el que encontramos varios pasajes que se refieren al ocioso, para exhortarlo:

Es así que nos dice que, El perezoso se muere de deseos, porque sus manos se rehúsan a trabajar”. (21:25) “Mete la mano en el plato, pero ni aun es capaz de llevársela a la boca”. (19:24) “Para no ir a trabajar, dice que en la calle ¡hay un león que lo quiere matar!”. (22:13) “El ocioso desea y nada alcanza; mas el diligente y trabajador prosperará”. (13:4)

A veces la ociosidad se viste de espiritualidad, con expresiones como estas “no quiero ese trabajo porque ya no podré ir a la iglesia”, o  “no acepto ese empleo porque Dios tiene algo mejor para mí” aunque con esta excusa tengan largo tiempo sin trabajar.  

No hay atajos en el camino de la prosperidad material y personal, porque hasta para mejorar nuestra familia y nuestro carácter requerimos de esfuerzo, y por lo tanto si quiere llegar a sus metas, nada se puede postergar.

Uniendo esfuerzos.

En estos menesteres para enfrentar la contingencia del Corona virus, el gobierno del estado sigue al pie de la lucha, para unir esfuerzos con la misma ciudadanía en cuanto al acatamiento de las indicaciones preventivas.

Le comento que la Secretaria de Salud, en forma coordinada sigue trabajando intensamente en todas las tareas de estas acciones para combatir esta pandemia, están a todo vapor, dando números y cifras de lo que acontece en estos días difíciles de salud.

A su vez exhortan a que hagan uso de los cubre bocas, así también que accionen todas las medidas de prevención, y todo esto es para que la ciudadanía haga conciencia y tome en cuenta de los riesgos, en fin las autoridades sanitarias actualizan información de todos los pormenores de este mal.

Nos vemos en la próxima.

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