Si al ver el título de esta colaboración Usted  tenía la esperanza que fuera en referencia a las altas luminarias de la 4T  porque ya les había caído el veinte que este México lindo y querido requiere de más acciones y menos mañaneras, discursos, promesas o descalificaciones, lamento decirle que no, que siguen sin darse cuenta de la urgencia que tiene el país en que se pongan a trabajar, que demuestren que quienes votaron por el cambio que prometieron no se equivocaron.

Pues los mexicanos ya se están cansando  de que este país no  tenga avance ni siquiera en los temas de mayor importancia como es la seguridad, salud, desarrollo económico y combate a la pobreza, seguimos como en campaña viendo cómo se culpa a los del pasado de los males que aquejan a la nación sin dar solución.

Por lo tanto no, no le hablamos de la esperanza de México que sigue sin llegar, la referencia es a que a los del INEGI les alcanzo el tiempo, les cayó en  2020 el censo de Población y Vivienda que se realiza cada 10 años.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, inicio el proceso de conteo para saber cuántos somos, donde estamos, como vivimos y a que nos dedicamos, aunque  quizá en el conteo ni estaremos todos los que somos ni seremos todos los que estamos.

Porque es un hecho que no todos los encuestados contestaran a que se dedican, sobre todo los que andan enrolados en asuntos peligrosos, igual seguramente no se contabilizaran los que andan a salto de mata, peor aún, con el montón de centroamericanos que llegaron en las caravanas a nuestro país más complicada para el INEGI será la situación.

El censo tiene como objetivo principal producir la cuenta de la población residente del país, así como la información sobre su estructura y principales características socioeconómicas y culturales, además de su distribución en el territorio nacional y obtener la cuenta del total de viviendas y sus características, sin perder, en la medida de lo posible, la comparabilidad histórica a nivel nacional e internacional, pero quizá en esta ocasión los datos no sean tan certeros.

En fin, la situación es que los encuestadores del INEGI andarán recorriendo el territorio nacional  hasta el 27 de Marzo para censar a todos los mexicanos.

Seguramente llegaran a su casa, cuando lo hagan atiéndalos, conteste con veracidad lo que le pregunten y si puede ofrézcales cuando menos un vaso de agua pues su trabajo no está fácil, no por la realización de la encuesta sino porque tienen que caminar largas jornadas soportante las inclemencias del tiempo.

Dirán muchos que para eso les pagan, y quizá tengan razón, pero también podemos ponernos la mano en el corazón, pues es obvio que muchos de ellos aceptan el trabajo por necesidad, porque ganaran un dinerito extra en esta temporada.

Aun así los ve disponibles, sonrientes, con la responsabilidad de realizar su trabajo con excelencia y no es justo que se les trate mal, ya bastante tendrán conque en algunos lugares hasta de perros callejeros se tengan que cuidar.

Así como a los del INEGI les cayó el 2020 para realizar la encuesta ojala a todos los encuestados también nos caiga el veinte, que nos demos cuenta que debemos contestar con veracidad todo lo que los amables encuestadores cuestionan.