Columna Rosa, sólo para Mujeres.
Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.
Altamira vive una etapa de modernización económica y urbana que el alcalde Armando Martínez Manríquez ha sintetizado como “el Momento de Altamira”, y esa transformación es coherente con su reciente nombramiento como primer Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar de Tamaulipas.
Altamira está recibiendo históricas inversiones en comercio y servicios que cambian el perfil urbano y de consumo del municipio.
Entre ellas destacan The Home Depot, Chedraui y el complejo “Pabellón Altamira” con Walmart, cine, gimnasio y la primera cafetería Starbucks de la ciudad, además de un hotel Marriott de gran altura orientado al turismo de negocios.
Esta semana se abrió otro nuevo negocio. La apertura de Yogurts Jely se inserta en la estrategia de diversificación de la oferta gastronómica y recreativa del municipio, acercando conceptos modernos de consumo a zonas céntricas y de alta afluencia. Con inversiones de este tipo, Altamira fortalece su imagen de ciudad atractiva para franquicias, emprendimientos y cadenas especializadas.
El municipio impulsa infraestructura que mejora movilidad y calidad de vida, como el Puente de la Esperanza y la cesión del tramo federal de la carretera Tampico–Mante para gestión municipal directa.
A ello se suma la construcción de 4.5 km de alumbrado público solar autónomo y la meta de iluminar desde Villa Cuauhtémoc hasta la “cuarentenaria”, reforzando seguridad vial y la imagen moderna de las principales rutas y accesos.
El despliegue de alumbrado con tecnología LED y solar en corredores estratégicos fortalece el atractivo turístico y comercial de Altamira al proyectar una ciudad más segura, ordenada y sustentable.
Este esfuerzo se articula con la mejora de accesos carreteros a zona de playa y laguna, y con nuevos proyectos comerciales ancla que favorecen turismo de compras y de negocios en la zona conurbada.
El concepto de “Momento de Altamira” resume la convergencia entre inversiones privadas, modernización urbana y política industrial federal y estatal.
La ciudad y puerto fueron declarados formalmente Polo de Desarrollo Económico para el Bienestar (PODECOBI), el primero de Tamaulipas y uno de los polos del Plan México, con estímulos fiscales e infraestructura pensados para consolidarla como motor industrial, logístico y energético del noreste.
La gestión de Armando Martínez Manríquez ha sido reconocida por su capacidad para atraer inversión, ordenar el crecimiento urbano y sumar al municipio al esquema de Polos de Desarrollo del Bienestar.
Con el respaldo del gobierno federal y del gobernador Américo Villarreal, Altamira se proyecta como hub logístico y de movilidad, generador de empleo formal y ejemplo de cómo el desarrollo urbano, industrial y comercial puede traducirse en bienestar territorial.