Reflector/Gilda R, Terán.
Corría el año de 1929, cuando Cibi, Magda y Livi tres hermanas eslovacas, y siendo
pequeñas estando su padre moribundo le prometen que siempre estarán juntas, pero años
más tarde, la guerra había estallado en Europa y las hermanas, que viven junto a su madre
y su abuelo, son judías.
Justamente era por 1942 cuando los judíos eran perseguidos para su exterminio, en esta
locura instaurada por el más grande depredador de la humanidad Adolfo Hitler, quien
obsesionado no paraba en esta brutal matanza de la raza judaica.
Para estos tiempos las tres hermanas que habían prometido a su padre no separarse nunca, a
pesar de las adversidades, ya habían crecido y Livi contaba con quince años, Cibi 19 y
Magda 21, y mientras la hermana mayor, se encontraba fuera de casa, los nazis
irrumpieron en su hogar y se llevaron a la hermana menor para enviarla a un “campo de
trabajo”.
Livi es la más pequeña de las tres y siempre ha estado muy protegida, sus hermanas la ven
aún muy frágil; por eso, la hermana mediana, Cibi, decide ir voluntariamente con ella, el
“campo de trabajo” es en realidad el campo de concentración de Auschwitz y allí las dos
hermanas tendrán que sobrevivir cómo puedan.
Mientras tanto, Magda logra permanecer escondida un par de años más hasta que ella
misma, la madre y el abuelo son también enviados a Auschwitz, y ya en el campo de
concentración las tres hermanas se reencontraron.
Ya estando en estos tiempos de exterminio las tres hermanas juntas, lucharon por sobrevivir
en ese cautiverio, en donde acrecentaron virtudes como la empatía, solidaridad con las
demás mujeres recluidas, quienes algunas no resistieron los castigos inhumanos de los
nazis.
Pero Cibi la menor de las hermanas, en silencio clamaba a Dios, que le diera unas alas para
volar y estar en libertad de esos campos de exterminio, ya que no había oportunidad de
escapar por otros medios.
Y así pasó su encierro siempre teniendo la esperanza de que algún día todo terminaría, y
cuando llego el año 1945, por fin termino la guerra y llego la ansiada libertad para los
sobrevivientes de estos campos de concentración.
Este testimonio real de sobreviviente del holocausto, son prueba fiel que la fuerza y la
esperanza nunca fenecen, y es necesario alzar vuelo, descubriendo nuestras
potencialidades, pero teniendo muy claro a donde queremos llegar, no hay necesidad de
adaptarse a los yugos tóxicos, sino que existe la posibilidad de librarse de ellos.
Tomando en cuenta que el camino tal vez podrá tornase difícil, pero no imposible, tómelo
como un desafío, para enriquecer su mundo afectivo, es una elección personal, que le
restaurará su dignidad humana, considere que tiene un alto refugio que nunca le
abandonará, porque Dios en su palabra nos consuela con darnos fuerzas, para alzar el vuelo
como las águilas.
“Pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”. Isaías 40:31
LLEGA NAVIDAD A FAMILIAS VULNERABLES.
Hasta el poblado de Higuerillas del municipio de Matamoros, llego Américo Villarreal
Anaya, Gobernador del estado acompañado de su esposa María de Villarreal, para
apapachar con la magia navideña, a los habitantes de esa comunidad.
Estas acciones se hicieron a través de las brigadas “Transformando familias”“, el cual es
accionado por el DIF Tamaulipas, verá usted en estas tandas de ayuda, las personas pueden
obtener algunos servicios gratuitos de los temas de salud, educación, asesorías jurídicas,
consultas psicológicas, atención médica, etc.
En estos menesteres entregaron equipos para desayunadores y comedores comunitarios,
aparatos funcionales y dotaciones de alimentos básicos, en estas tareas de hacer el bien
accionaron los Mensajeros de Paz, el mecanismo para hacer llegar las ayudas a las
personas más necesitadas.
Y para que las familias más necesitadas puedan tener la oportunidad de mitigar diferentes
carencias, en estas jornadas se acercan diferentes secretarias del gobierno del estado para
hacerles llegar la ayuda a todo lo largo y ancho de Tamaulipas.
Hasta la próxima.
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