CUADRANTE  POLITICO—–POR  FERNANDO  ACUÑA PIÑEIRO—

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  La llegada de Jesús Eduardo Govea Orozco a la fiscalía de justicia en el estado,  forma parte de un punto de inflexión nacional, donde las viejas y desgastadas  piezas del engranaje punitivo, han sido reemplazadas. Aquí  el gran ganador es el país y en nuestro caso específico, el pueblo de Tamaulipas.

     El concepto del cambio encuentra aquí, una de sus aplicaciones más acertadas.  Desde luego, uno de los grandes retos para el nuevo funcionario y la  dependencia a su cargo, es hacer realidad el añejo anhelo social, de contar con una institución garante de paz y seguridad.

 Para ello contará mucho, el respaldo del gobernador Villarreal Anaya. Y su coordinación con las estrategias federales, impulsadas por la Presidenta Sheinbaum. En este sentido, creo que se vaticina ya desde ahora, una coordinación bastante efectiva entre Tamaulipas y la federación, como hace muchos años, no se había visto.

¿Que decir de la legitimidad  con la que llega el nuevo fiscal Govea Orozco? Bueno, para empezar, su trabajo y lealtad  en el combate a la impunidad, cuando fue titular de la oficina anti corrupción, le han otorgado la confianza ciudadana. La gente de la calle, no se deja llevar por declaraciones, sino por hechos.  Todo mundo sabe, como  desempolvó los viejos expedientes guardados por los funcionarios transexenales del cabecismo.

 En resumen JEGO, cuenta con las condiciones políticas, jurídicas y sociales para hacer de su gestión, una de las más notables en la historia de Tamaulipas.

 Lo demás, los ataques de los panistas desde Texas, solo son patadas de ahogado. Porque el pueblo de Tamaulipas sabe muy bien, que cuando ellos ejercieron el poder, tuvieron colaboradores a modo, en todos los tribunales instituciones.

  Desde  ese tejido de complicidades, los azules convalidaron la corrupción y los excesos, vicios que hoy los mantienen a la Cabeza del medallero indeseable

—AVA Y CV, LAS DOS ESTRATEGIAS——

 Mientras que el ex gobernador Cabeza de Vaca litiga vía columnazos en la ciudad de México, ataca objetivos específicos como las aspirantes morenistas a la gubernatura. Y más recientemente el nuevo fiscal marca 4T, su verdugo político y electoral,  el gobernador AVA, sigue impulsando el desarrollo estatal; mantiene más firme que nunca, la relación con palacio nacional, y traza una política de comunicación, muy cercana a los medios existentes en las principales ciudades del estado.

  ¿Cual es el nivel de efectividad de ambos estilos de ejercer el poder? Veamos: hasta ahora Cabeza sigue ,cada vez más aislado del panismo nacional,  un partido azul que no lo trae en su radar. Los gobernadores panistas andan en lo suyo. En el Congreso de la Unión tampoco hay enclaves de defensa para el ex gobernador texano.

 Y algo  aun mucho más grave: los panistas cabecistas en Tamaulipas, han guardado hermético silencio. De manera que solo los textos de desahogo publicados por CV en las redes alientan una reducida y arrinconada oposición.  

 Américo en cambio trae muy buenas calificaciones con la Presidenta. Es de los pocos gobernadores que no han sido rebasados por escándalos derivados de la inseguridad. Y una cualidad que no habíamos visto en sus antecesores: tiene por costumbre o por disciplina informar todos los días en torno a su trabajo, como responsable de la aplicación de políticas públicas, a favor de la población.

 Obras de infraestructura, acuerdos con altos funcionarios federales, reuniones con capitanes de la industria. El cardiólogo titular del ejecutivo estatal, trae una agenda muy activa que incluye los siete días de la semana.