Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- El alcalde capitalino, Eduardo Gattás, ha
sabido consolidarse en el liderazgo del ayuntamiento. A un año de
diferencias hacia el interior, esta vez demostró oficio político al aprobar por
mayoría de votos el presupuesto de egresos para el 2026, que privilegia
obra pública y programas sociales.
En el presente año el gasto fue por más de 1,210 millones de pesos;
para el año entrante será mayor.
Atender servicios públicos y obra, fue un factor de coincidencia entre los
regidores de Morena, Mc, Pan y Pri, que saben bien, porque son invitados a
territorio, en qué se gasta el presupuesto y las medias de racionalidad,
austeridad y disciplina financiera que están en vigor.
Si hablamos del gobierno de Américo Villarreal, cuando se adentra en el
cuarto año de su ejercicio, avanza sin contratiempos en cimentar la
transformación en Tamaulipas.
De los de casa, no hay quien le haga sombras; la oposición carece de
figuras y contrapesos, está disminuida y achicada.
Con una capacidad operativa real, sin los poderes fácticos regionales
que enfrentaron otros Gobernadores contemporáneos, es contacto único y
voz que escuchan en Palacio Nacional. Su gestión es directa, ya para los
puertos marítimos de gran calado, carreteras, ampliación de cruces
internacionales, infraestructura hidráulica como el acueducto de Victoria y el
dique seco en esta capital también.
Para cambios de funcionarios federales radicados aquí, solo hay una
opinión. Lo escuchan porque ha sabido alinear una coordinación milimétrica
con el humanismo de la Presidenta Sheinbaum.
Su liderazgo es único para determinar el destino político de Tamaulipas.
Los senadores Olga Sosa Ruiz y José Ramón Gómez Leal no tienen acceso
a las esferas del poder donde se toman decisiones presupuestarias y
políticas. Los diputados federales ni huelen ni hieden.
Ni sombras ni competencia como en su época la tuvo el Gobernador
Américo Villarreal Guerra con el desbocado senador Manuel Cavazos
Lerma, enviado por el Presidente Salinas con un costal de billetes y
programas. Era el “gobernadorcito” que hacía las obras.
No hay tamaulipecos encumbrados en el gobierno federal que interfieran
en la política local, como lo fue Baltazar Hinojosa Ochoa, nombrado por
Enrique Peña Nieto secretario de Agricultura, y que al final mandó como
candidato para sustituir a Egidio Torre Cantú.

Los liderazgos locales se entienden con el inquilino de la calle 15 y no
con proyectos alentados desde el centro. Cuando alguien quiere brincarlo
recibe el aviso que es el único interlocutor reconocido.
Así las cosas, lo esperado hacia 2027 y 2028, es que AVA tendrá la
palabra en seleccionar candidatos. Si alguien brinca las trancas y trata de
hacer amarres por su cuenta en la gran capital, está equivocado.
El camino está claro, Américo gestiona y la Presidenta y sus
colaboradores autorizan. Las palmas van para ellos y no para terceros. Las
inversiones tienen un solo origen y se aplican sin distingo de colores por el
territorio estatal. Que nadie venga a saludar con sombrero ajeno tratando de
desviar el reconocimiento ciudadano.
Tema aparte, el mensaje no va tanto entre líneas. La Fiscalía General de
Justicia está virtualmente asignada a Jesús Eduardo Govea Orozco…. A
menos que los diputados decidan otra cosa. El que quiera entender que lo
entienda. Así se manejan los temas de la res pública.
De los 39 “suspirantes” consideramos que será la más acertada
decisión. Govea, como Fiscal Anticorrupción, sabe cómo está el teje y
maneje de la dependencia, conoce los expedientes que requieren empuje
urgente.
Casi toda su vida profesional ha estado ligado a la Procuraduría primero
y luego Fiscalía de Tamaulipas.
Estudió Leyes en la UAT y tiene maestría en Derecho por la Universidad
Tecnológica de México. Catedrático de Lasalle Victoria. Instructor de
Agentes del Ministerio Público y Agentes de la Policía Ministerial.
Los diputados enviaron una sexteta al Gobernador AVA para que, a su
vez, la convierta en tercia y el pleno de la legislatura tome decisión final.
Sin menospreciar a la tercia de damas y dos varones, sus nombres
pareciera que van de relleno en el protocolo. Sus aspiraciones son legítimas
pero no tienen la “estatura” ni las relaciones como para llevarse el premio.
Las damas son Marisol Ivette Borja Lara, Yesenia Saldaña Narváez e
Irene Josefina Rivera Vázquez, quienes por ahora no tienen el sol de frente.
Cesar Alejandro Avalos González, incluido en la sexteta, es director de
Defensoría Pública del Estado. El otro, Jesús Gilberto Alarcón Benavides,
trabaja en el Tribunal Colegiado.
De la cuarentena que levantaron la mano, solo cuatro varones tenían
posibilidades de llegar a la final: Javier Córdoba González, Miguel Gracia
Riestra, Willy Zúñiga Castillo y Govea Orozco. Las y los restantes solo
buscaban reflectores o son cartuchos quemados como “Paloma” Guillén.
Ciertos se anotaron a tontas y a locas como un tal René Osiris Sánchez
Rivas, magistrado del Tribunal Electoral ¿todólogo? ¿chapulinear? ¿vivir
fuera del presupuesto es vivir en el error?. Demasiado cara para
Tamaulipas la curva de aprendizaje.

A veces le da más pena a uno publicar las ocurrencias y movimientos
que hacen con tal de seguir en la nómina, o por lucirse que fueron
candidatos a la Fiscalía.