La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
La visión neoliberal en el ejercicio de la autoridad de la alcaldesa de Tampico, Tamaulipas, Mónica Villarreal Anaya, es como su sombra: no la abandona. En su afán de regalar los bienes y recursos públicos a los empresarios, ahora pretende -en complicidad con el Cabildo de mayoría morenista, excepto el voto en contra del PAN- entregar a manos privadas el alumbrado público.
Justifica la presidenta municipal, para la autorización de la acción, el argumento que en su momento desató la fiebre privatizadora de Salinas y sus herederos: vamos a ahorrar casi el 35 por ciento del costo en alumbrado.
¿Ahorrar?
¿Privatizar achica costos?
Poco a poco están aflorando las condiciones para que el ayuntamiento porteño, abandone ese servicio público para la comunidad.
¿Qué va a pasar con la infraestructura que sostiene las luminarias?
¿Pagará predial el uso de los espacios de la ciudad de ese nuevo operativo privado?
¿Cómo diablos, se optimizará el gasto pagando a empresarios privados que van por la ganancia?
(Como TELMEX. Vendió a precio de risa toda la red de cableado y posterío a Carlos Slim que siendo monopolio no abarató el servicio, sino que se aprovechó y nos estafó por décadas cobrándonos hasta por segundo. ¿Recuerdan?).
Mónica dice que son empresarios que adoran a Tampico.
A pregunta expresa de los reporteros, aseguró que la empresa ganadora del contrato, que tiene nexos con compañías internacionales, se hará cargo de la administración y mantenimiento de las luminarias, de los cables y postes que las sostienen.
La Dirección de Servicios Primarios, dejará de tener injerencia en esas labores.
¿Por qué no interviene en esta barbaridad el Congreso o MORENA?
¿A qué se debe este olvido de defender los bienes públicos que es uno de los ejes rectores de los gobiernos de la IV T y su Segundo Piso?
Que se sepa, nadie de la Cámara de diputados de Tamaulipas, ni dirigente de la IV T, se han opuesto a esas desviaciones programáticas de una de sus más destacadas representantes en el sur del estado: Mónica Villarreal.
Se infiere, que tras la intentona de la alcaldesa y su equipo asesor -en el cual incide su esposo- está el oscuro interés pecuniario. Es lo que no enseñó el neoliberalismo: ninguna privatización, es ajena a los procesos de corrupción.
¿Cómo puede ese cuerpo colegiado aceptar la entrega de ese servicio público a los inversionistas?
De no creerse: el PAN en Tampico, tiene más sentido común y sensibilidad social, que MORENA.