Columna Rosa, solo para Mujeres.

Por: Lic. Bárbara Lera Castellanos.

La pobreza en niñas y mujeres en Tamaulipas representa un grave desafío social que no solo refleja desigualdades económicas, sino también carencias estructurales en educación, salud y oportunidades.

En 2022, cerca del 32.6% de las niñas y adolescentes en la entidad vivían en situación de pobreza, y 3.7% en pobreza extrema, cifras que involucran a un gran número de niñas.

Paralelamente, la pobreza en mujeres ha mostrado una tendencia al alza en los últimos años, alcanzando más del 35% en 2020.

Esta condición impacta particularmente a las mujeres adultas mayores, donde se identifican más de 80 mil en pobreza.

A pesar de estas cifras alarmantes, Tamaulipas ha registrado avances importantes entre 2022 y 2024, con una reducción significativa en la pobreza total y extrema.

Estos logros se atribuyen al crecimiento económico regional, la generación de empleos y la focalización de programas sociales estatales y federales orientados a combatir la vulnerabilidad, en especial en mujeres y niñas.

El gobierno encabezado por Américo Villarreal ha reforzado su compromiso social con estas poblaciones a fin de mejorar su calidad de vida y desarrollo integral.

Erradicar la pobreza en niñas y mujeres requiere un enfoque integral que aborde tanto las causas como las consecuencias de esta condición.

La educación es un pilar fundamental, y programas de becas universales y escolares ayudan a evitar la deserción y fomentar la continuidad educativa.

La salud también es prioritaria, con acceso a servicios médicos domiciliarios y comunitarios para prevenir enfermedades y reducir gastos.

Finalmente, el empoderamiento económico mediante capacitación y apoyo para la productividad y el emprendimiento es clave para que las mujeres puedan acceder a trabajos dignos y sostenibles .

Centro para el Desarrollo de las Mujeres, pensiones para mujeres adultas mayores, y apoyos para niñas y jóvenes estudiantes son ejemplos efectivos de estrategias sociales implementadas.

Estos programas fortalecen la inclusión social y disminuyen las brechas de desigualdad.

Para avanzar hacia la erradicación de la pobreza en niñas y mujeres, es imprescindible mantener y ampliar estos esquemas, garantizando recursos suficientes y mecanismos de transparencia y seguimiento que maximicen su impacto.

Cabe resaltar que aunque la pobreza afecta a un porcentaje importante de niñas y mujeres en Tamaulipas, las políticas públicas actuales están generando cambios favorables.

Sin embargo, la problemática requiere un compromiso sostenido y multidimensional que atienda educación, salud y economía, con especial énfasis en grupos vulnerables.

Solo así será posible construir un Tamaulipas más justo, equitativo y con mayores oportunidades para todas sus mujeres y niñas.