Golpe a golpe

Por Juan Sánchez Mendoza

No sé, con precisión, cuántos alcaldes han solicitado ayuda al Gobierno del Estado para solventar los salarios correspondientes a la segunda quincena de noviembre, las dos decembrinas y aguinaldos, pero según me han dicho la cifra se acerca a dos decenas.

En términos cuantitativos el escenario no pasaría de ser una simple estadística –hasta el momento–, tomando en consideración que la cifra podría disminuir vía el otorgamiento de empréstitos y/o ‘adelantos’ con cargo a los presupuestos municipales del 2026, que, por cierto, aún no se han aprobado.

Sin embargo, hay que analizar, desde el punto de vista cualitativo, qué circunstancias pudieron provocar el quebranto financiero a cada uno de esos ayuntamientos que carecen de recursos económicos para cubrir en tiempo y forma sus obligaciones.

Ya no digamos en lo concerniente al pago de obras o proveedores –dado que los contratistas o abastecedores (de insumos) regularmente no cobran al contado–, sino al aspecto laboral, pues la amenaza de conculcar al trabajador los sueldos, honorarios y las prestaciones de ley a que tienen derecho, es tanto como jugar con el hambre del pueblo, aun cuando se trate sólo de un amago.

Sobre todo, cuando sabemos que a los presidentes municipales que hoy piden ayuda –y también a los que no–, aún deben tener dinero en caja del ejercicio 2025, por lo que ningún pretexto tienen para dejar de pagar a la burocracia sindicalista y de confianza –ésta última contratada por ellos mismos–, la segunda quincena de noviembre, las dos decembrinas, honorarios, compensaciones y aguinaldos, antes de iniciar el período de asueto de fin de año.

A menos que esos alcaldes (que se dicen en quiebra) antepusieran el bienestar de su parentela, compadres, amigos y socios, a la necesidad de la clase trabajadora (aunque las dos últimas palabras interprétense entre comillas en muchos de los casos).

Por otra parte, cierto es que las participaciones federales no llegan a tiempo; y que los ayuntamientos han enfrentado cualquier cantidad de obstáculos para acceder a las prerrogativas de ley, pero también es una realidad que el Gobierno del Estado en ningún momento los ha abandonado.

Lo prueba el hecho de que la mayoría de ayuntamientos (con que cuenta la geografía tamaulipeca) tenga en sus arcas dinero para cubrir, al menos, los salarios del mes en curso y del próximo, el aguinaldo, las compensaciones y otros imprevistos del gasto corriente; mientras que los ediles derrochadores no fueron capaces de prever en tiempo y forma el egreso –merced a su ineptitud para administrar el erario que su personal de mayor confianza, durante el último año, manejó como si hubiera sido fortuna personal–, hasta el grado de que se habla de que suman más de 100 millones de pesos los que ha podido comprobarse en qué se gastaron.

En fin, ya habrá tiempo de profundizar en cuanto al manejo erróneo del erario municipal por parte de los idos.

Sobre todo, en estos días, en que cada uno de los 43 ayuntamientos obligado está, legalmente, a enviar su proyecto de Ingresos al Congreso local para ser adecuado y aprobado, conforme lo permita el Presupuesto de Egresos, de donde saldrá el dinero.

Lista acortada

La lista de los aspirantes a la sucesión gubernamental, del 2028, se sigue acortando, aunque es un hecho que los hombres que figuran en la lista de quienes buscarán por morena y la 4T la candidatura en Tamaulipas, son de todos los estratos políticos.

En lo que respecta a ‘Lalo’ Gattás Báez, alcalde de Victoria, la capital de Tamaulipas, se le menciona porque, además de su trabajo a favor de las causas sociales, es en la entidad uno de los pocos hombres que han trabajado a ras de piso para que la Cuarta Transformación se fortalezca en el Estado.

Su cercanía con la gente y la estructura que posee, en la zona centro de la entidad, hacen que en Movimiento de Regeneración Nacional y sus aliados sea considerado una carta fuerte que podría jugarse con garantía de ganar.

Al tiempo.

En cuanto a las mujeres, Carmen Lilia Canturosas Villarreal le sigue sacando ventaja a sus oponentes en este adelantado rejuego sucesorio; y aunque la senadora Olga Patricia Sosa Ruiz se duela ante el periodista Manuel Becerra, en la Ciudad de México, de que hay una campaña en su contra, lo cierto es que ha caído mucho de la gracia del electorado.

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