Los Juegos del Poder

Por Maribel Villarreal

Después de ocho días del asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo y 21 días del asesinato del líder limonero Bernardo Bravo, el gobierno federal anunció a detalle el “Plan Michoacán por La Paz y la Justicia”.

La descomposición local y el tamaño del reto se refleja en el presupuesto de 57 mil millones de pesos que se destinarán a impulsar más de cien acciones que incluyen la movilización de cinco mil militares.

El asesinato de Manzo y el estruendo mediático obligó a la acción inmediata. Michoacán tocó fondo, se ahoga en el miedo y la inseguridad

La credibilidad y efectividad del gobierno de Claudia Sheinbaum está a prueba. La millonaria inversión no basta.

La próxima semana, el gabinete de seguridad estará en Uruapan, un municipio que, -dolido por el asesinato de su querido alcalde-, salió el viernes a las calles a exigir justicia y paralizó la actividad económica.

La SEDENA pondrá en marcha el plan “Paricutín” para erradicar la extorsión y evitar los homicidios dolosos y el Plan Contención para “sellar” el estado: “que no entren ni salgan los grupos delincuenciales”.

En el asesinato de Carlos Manzo no habrá impunidad, reiteró este domingo el Secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch y advirtió que sus asesinos serán llevados ante la ley.

La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que dará seguimiento personal al Plan Michoacán y que mensualmente dará información de los avances.

No hay duda que fue el asesinato de Carlos Manzo lo que dio origen a todas estas acciones. En vida, el alcalde clamó por ayuda y fue ignorado. Tras su muerte, la ayuda está llegando.

En Michoacán, un estado ahogado por la extorsión y la violencia, los ciudadanos están hartos. Con el “Plan Michoacán por la Justicia y La Paz”, el gobierno federal está a prueba.

Y en Tamaulipas, el gremio periodístico está de luto. El deceso de la columnista Martha Isabel Alvarado nos sorprendió a media tarde del sábado, después de varios meses sin saber de ella.

Martha Isabel fue una pluma valiente, una guerrera de la comunicación que siempre escribió sin medias tintas. Su estilo siempre fue directo y contundente. Su columna “Libre Expresión” era de lectura obligada por sus colegas y el círculo político.

Vaya desde aquí nuestro más sentido pésame para su familia y para todos sus amigos deseando una pronta y cristiana resignación

Se fue una grande, su partida cala hondo.
Descansa en paz querida Martha Isabel Alvarado.

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