-Presidenta de México y presidente de JUCOPO enfrentados por ley de Amparo

-Dizque López Hernández atiende instrucciones de Tabasco y no del Palacio Nacional

-Aprobación de retroactividad exhibe a la Cámara Alta del Congreso de la Unión

H. Matamoros, Tamaulipas.-Reconózcase o no, lo cierto es que la reforma a la ley de Amparo ha colocado en puntos diametralmente opuestos a la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO y al presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO) en el Senado de la República, ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ.

En efecto, con la aprobación de la iniciativa presidencial por parte de 76 senadores oficialistas, la reforma pasó el primer filtro en el Congreso de la Unión y pasó a la “cancha legislativa” de la Cámara de Diputados.

Sin embargo, la aprobación de un artículo transitorio no contemplado en el texto original y que autoriza la retroactividad del proyecto de decreto, provocó la divergencia entre los representantes de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Al respecto, vale la pena precisar que, desde la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en 197, el artículo 14 establece claramente que ninguna ley puede ser aplicada en forma retroactiva porque atenta el principio de seguridad jurídica y, además, afecta la certeza y previsibilidad sobre los derechos y obligaciones de las personas, los colectivos y las empresas.

El citado artículo constitucional y las leyes definen sin lugar a dudas que la retroactividad solo puede aplicarse si beneficia directamente a la persona afectada, reduciendo penas o ampliando derechos, pero, en modo alguno, cuando su aplicación es en perjuicio.

En consecuencia, el artículo transitorio aprobado en la Cámara Alta del Congreso de la Unión que modifica y elimina derechos ya adquiridos e impone nuevas obligaciones a actos realizados bajo un marco legal anterior, está generando un clima de incertidumbre y desconfianza entre la sociedad mexicana.

La pregunta lógica es ¿por qué en el Senado de la República se adicionó un artículo no considerado en la iniciativa de reforma de la presidenta SHEINBAUM PARDO y se pasó por alto lo que establece la Constitución?

De acuerdo a la opinión de estudiosos del Derecho, la reforma a la ley de Amparo significa un retroceso jurídico y democrático y, además, con la redefinición del término “interés legítimo” eliminará de un plumazo la litigación de organizaciones que defienden los bienes comunes o colectivos conjuntos.

No obstante-en opinión de los expertos-la situación se agrava con lo perjudicial para la sociedad que significa establecer la retroactividad en la leyes primarias y secundarias, en franca violación a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Al margen de posturas partidistas o ideológicas, el amparo surgió de la necesidad de establecer un contrapeso al poder del Estado y se consolidó como el mecanismo ideal para que cualquier ciudadano pudiera impugnar actos de autoridad que afectaran sus derechos fundamentales.

Respecto al cuestionamiento anterior, obviamente, la realidad de los hechos solo la tienen los propios protagonistas y, por ende, ante la falta de información surge la especulación y conjeturas en un sentido y en otro.

No es ningún secreto que la mayoría de diputados y senadores del oficialismo le deben el cargo al creador del Movimiento de Regeneración Nacional, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y no a la jefa de las instituciones federales en el segundo piso de la Cuarta Transformación.

Justo ahí es donde salta a la palestra el senador morenista “de moda” ADÁN AUGUSTO LÓPEZ HERNÁNDEZ, quien, desde cierta óptica, da prioridad a instrucciones con origen en una propiedad rural en el estado de Tabasco y no las indicaciones que surjan del Palacio Nacional.

Agregar la retroactividad inconstitucional en la iniciativa de la presidenta CLAUDIA SHEIBAUM sin consultarla y aprobada “a chaleco”, podría interpretarse como un acto desafiante orientado a demostrar “quién es quién” en el Senado de la República.

Lo dicho, el imaginario colectivo considera que la confrontación política entre la presidente SHEINBAUM y el senador ADÁN AUGUSTO no es un hecho que estaría en ciernes, sino que, por el contrario, ambos ya se encuentran en esquinas encontradas.

Por lo tanto, acéptese o no, es altamente probable que la lucha por el poder político en el interior de Morena mucho habrá de incidir en el proceso electoral intermedio del año próximo, elección que será la “prueba de fuego” para la jefa del Ejecutivo federal.

DESDE EL BALCÓN:

I.-Por supuesto que les asiste la razón a quienes opinan que el amparo es una herramienta de equilibrio y no de confrontación, y es el último refugio del ciudadano cuando todo lo demás no le ha brindado el resultado esperado.

Y hasta la próxima.

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