#DESDELAFRONTERA 

POR #PEDRONATIVIDAD 

A tres años de iniciado su mandato, el gobernador Américo Villarreal Anaya se presenta a la mitad del camino con un balance en el que destacan avances claros, pero también persisten retos que no pueden ignorarse. Su estilo de gobierno, de corte humanista, ha logrado algo que parecía lejano en Tamaulipas, tender puentes con los 43 alcaldes, sin importar colores partidistas, y caminar en una ruta de coordinación que le ha dado estabilidad política a la entidad. 

El balance que presentó Villarreal Anaya es, en sí mismo, un ejercicio de gobernanza incluyente. Acompañado por representantes de los poderes Legislativo y Judicial, de las Fuerzas Armadas, de los sectores productivos y de la sociedad civil, el mandatario refrendó su visión humanista de gobernar, una visión que se traduce en respeto a las libertades, atención a los sectores más vulnerables y combate frontal a la pobreza extrema. 

La disminución de más del 50 % en los delitos de alto impacto refleja que la paz y la seguridad ya no son un anhelo, sino una meta alcanzable gracias a una política seria y sostenida. Al mismo tiempo, el manejo transparente de las finanzas, la inversión en obra pública, los avances en educación y salud, así como los programas sociales del DIF Tamaulipas, dan testimonio de un gobierno que trabaja con rostro humano. 

Pero el liderazgo de Villarreal no se limita al ámbito interno. Tamaulipas se ha consolidado como un actor estratégico para el desarrollo nacional. Los proyectos de infraestructura como el Corredor Norte del Golfo de México, la ampliación del Puente Tres en Nuevo Laredo, el tren de pasajeros Saltillo-Nuevo Laredo o la consolidación del Puerto del Norte en Matamoros colocan al estado en la ruta de ser la plataforma logística más importante del país. 

El gobernador no dudó en reconocer que este camino no lo ha recorrido solo. Ha sido el acompañamiento del pueblo y la colaboración estrecha con los alcaldes lo que ha permitido fortalecer el tejido social y político de Tamaulipas. En un estado históricamente marcado por sus contrastes, el hecho de que los 43 municipios caminen en una misma dirección, bajo una visión compartida, es quizá uno de los mayores logros de su gestión. 

Al cumplirse tres años de su mandato, y en sintonía con el inicio de la presidencia de Claudia Sheinbaum, Villarreal Anaya reafirma que Tamaulipas vive un nuevo tiempo. Un tiempo donde la política dejó de dividir para convertirse en un instrumento de unión, progreso y bienestar colectivo. 

En conclusión, el gobernador ha sabido darle rumbo a Tamaulipas, no desde la imposición, sino desde la construcción de consensos. La mitad del camino se traduce en un piso sólido para lo que viene, un estado que apuesta a la paz, a la justicia social y al desarrollo integral, con la certeza de que la transformación ya no tiene marcha atrás. 

NUEVO LAREDO, LA CARTA DE PRESENTACION DE TAMAULIPAS 

El gobernador Américo Villarreal Anaya no dudó en poner en alto el nombre de Nuevo Laredo al presentar su informe “Tres años de memorias de una Transformación”. Y no es casualidad. La frontera más dinámica de México se ha convertido en el epicentro del desarrollo, no solo de Tamaulipas, sino del país entero. 

En su mensaje, Villarreal Anaya fue contundente, “Somos una entidad fuerte, vigorosa y consciente de que con voluntad y trabajo podemos construir una mejor sociedad que viva en paz y con esperanza”. Y bajo esa premisa, ha forjado una sinergia con las y los alcaldes, destacando la relación con la presidenta municipal, Carmen Lilia Canturosas Villarreal. 

El resultado está a la vista. Nuevo Laredo ya no solo es la capital aduanera de México; se consolida como el puerto terrestre más importante de América Latina. La llegada de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) lo confirma, y la construcción del segundo puente ferroviario internacional abre una nueva etapa de competitividad en el comercio exterior. 

Carmen Lilia lo dijo con claridad, el liderazgo de Américo Villarreal ha marcado una nueva etapa de transformación. La mancuerna entre ambos gobiernos ha permitido detonar proyectos estratégicos que generan empleos, fortalecen la economía y, sobre todo, mejoran la calidad de vida de las familias neolaredenses. 

Lo que ocurre en Nuevo Laredo trasciende la frontera. Cada obra, cada inversión y cada decisión estratégica tiene un impacto que beneficia a todo Tamaulipas y coloca a México en una posición de liderazgo frente al mundo. La modernización aduanera, la infraestructura logística y la creciente competitividad son el rostro de una ciudad que ha sabido convertirse en motor nacional. 

Hoy, cuando el gobernador hace un balance de tres años de trabajo, queda claro que su apuesta ha sido acertada, hacer de la coordinación con los municipios la clave del progreso. Y entre esos municipios, Nuevo Laredo brilla como ejemplo de lo que significa gobernar con visión, con resultados y con un rumbo definido. 

Hoy Nuevo Laredo no es solo la ciudad de mayor crecimiento en Tamaulipas, es la carta de presentación de Tamaulipas ante el mundo… ¿Qué, no?… NOS LEEMOS. 

Comentarios [email protected] —