Los Juegos del Poder

Por Maribel Villarreal

Este martes 1 de octubre, el gobernador Américo Villarreal llegó a sus primeros tres años de gobierno e inicia el segundo tramo de su gestión constitucional.

Como él mismo lo dijo en la presentación de “Tres años de Memorias de una transformación” desde el “Amalia G de Castillo Ledon” en Ciudad Victoria, AVA está a la mitad del camino.

Sin embargo, el Tamaulipas de hoy es muy diferente al que le dejaron.

Uno de los resultados históricos a destacar es el combate a la pobreza extrema y es que en este lapso se logró reducir de 102 mil a 52 mil, los tamaulipecos que viven en esta condición.

Mediante la cercanía con la población, el gobierno del Estado entrega beneficios permanentes y atiende las necesidades de este sector en condiciones de vulnerabilidad.

En Educación se han entregado becas a más de 205 mil estudiantes dispersando solo en este 2025, mil 887 millones de pesos.

En salud se ha avanzado en el proceso del IMSS-Bienestar mejorando la infraestructura y el equipamiento así como el impulso al programa “Salud Casa por Casa” y el abasto regular de insumos y medicamentos en un 90 por ciento.

Del parque vehicular desmantelado que recibió, se recuperó la operatividad de la Seguridad Pública que hoy cuenta con 680 unidades, 300 de estas entregados en el 2025.

Se creó la Guardia Estatal con 5 mil 900 elementos y hoy, la Seguridad cuenta con más de 9 mil agentes en permanente capacitación y en estrictos controles de confianza.

Tamaulipas es uno de los cuatro estados de México que han logrado disminuir en un 50 por ciento los delitos de alto impacto como son el homicidio, el secuestro y la extorsión.

Al inicio de cada jornada, el gobernador encabeza las reuniones de La Mesa de Seguridad habiéndose llevado acabo hasta ahora 615 sesiones en las que se aborda la problemática.

En 1095 días de Gobierno, Américo logró recuperar las instituciones que los cabecistas dejaron blindadas para su propia protección.

Aunado a ello, el arranque del Nuevo Poder Judicial abre expectativas de justicia y de cero tolerancia contra la corrupción.

La mitad del camino es siempre un punto de evaluación, de replanteamiento y de tomar una bocanada de aire fresco para enfrentar la segunda parte que es, -casi siempre-, el tramo más exigente antes de llegar a la meta.

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