La Comuna
José Ángel Solorio Martínez
Real, práctica, objetivamente, mañana 30 de septiembre, inicia a plenitud, el sexenio de la IV T, encabezado por el médico Américo Villareal Anaya. Con los cambios derivados de la Reforma Judicial en el país, se puso en retirada una estructura de justicia pensada para mercantilizar el uso de la ley; esa vetusta, red de complicidades que evitó por inmemorable tiempo, impartir la legalidad para todos.
Con la pedacería que todavía sobrevive en el aparato de gobierno, el fiscal general y el fiscal anticorrupción, que siguen rindiendo cuentas al exgobernador Francisco García Cabeza de Vaca, de poca utilidad son a los emisarios del pasado por los acotamientos institucionales del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.
Es muy importante el arribo de los jueces y magistrados que hoy toman protesta del cargo que les confirió el voto popular. Esa legitimidad, como ninguna autoridad judicial la había tenido antes con tal vigor, será el arma para ajustar toda la anacrónica maquinaria judicial en la entidad.
La IV T y su Segundo Piso, por fin toma el mando de los Poderes de Tamaulipas: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Hay que recordar, que Villarreal Anaya, llegó democráticamente a un Poder ejecutivo, acotado por una ingeniería legal que lo semi paralizó evitando que desplegara la nueva arquitectura jurídica para remover las trampas del cabecismo.
¿Cómo instrumentar la renovación del sistema panista si los legisladores de MORENA no supieron aprovechar una mayoría holgada para debilitar al viejo régimen?
¿Con un grupo parlamentario frágil ideológicamente -los compró el PAN con risibles cantidades-, cómo enfrentar a un grupo delincuencial que se apropió del gobierno estatal?
Triunfó inobjetablemente la IV T.
El Poder legislativo fue arrebatado al PAN; así como el Poder ejecutivo. Avieso como lo es el cabecismo, se atrincheró en el Poder judicial y desde ahí obstaculizó todo intento de su remoción.
Sus jueces, como barajitas, les regalaron amparos.
Así se mantuvo el escenario.
Una IV T, con un impresionante apoyo social, se vio maniatada por tres años, por los fragmentos de autoridad heredados por Cabeza de Vaca.
Hoy inicia el ciclo de poder de la IV T y su Segundo Piso.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador hizo su trabajo.
La presidenta Claudia Sheinbaum hizo su tarea.
Falta que los tamaulipecos, cumplan con su obligación de entregar un régimen sociopolítico que ponga el centro de interés en las mayorías y no en unos cuantos como en el pasado.
Es tiempo de que los que le hicieron daño a Tamaulipas con una impunidad que ofende, sean llevados a juicio.
Sólo entonces, podremos presumir que el Poder judicial es de todos.
Ni perdón ni olvido.