Reflector/Gilda Terán.

El Gobierno del estado, sigue impulsando el bienestar de las comunidades rurales, por lo
que entregaron apoyos alimenticios a las familias que viven en el Ejido Arguelles,
comunidad fronteriza conocida como la Ribereña en la ciudad de Reynosa.
En este encuentro con las familias del campo, se apersonó la Secretaria de Bienestar Social,
Silvia Casas González, quien caracteriza por su entrega al servicio de zonas comunitarias,
en donde se conecta con los habitantes, estuvo escuchando las demandas más sentidas de
las familias que habitan en esa zona rural.
Además les dio a conocer que existe un programa denominado “Bienestar Solidario” que es
una ayuda póstuma para gastos funerarios en caso de muerte de algún familiar en línea
directa, este consiste en un apoyo económico de hasta 8 mil pesos.
Estas políticas de servicio público, en donde las mayores virtudes son la empatía, humildad,
sencillez, son el eje central de este Gobierno humanista de la Transformación, por lo que en
este campo los gestores de la Bienestar Social, andan con todas las pilas puestas para llevar
soluciones a las personas de pobreza extrema.
TRANSPLANTE DE ORGANOS.
La Secretaria de Salud, fomenta la cultura de donación de órganos y tejidos, esto con el fin
de hacer conciencia que podemos regalar vida a quien los necesite, por lo que se promueve
estas tareas de oportunidad de sobrevivencia.
Vicente Hernández Navarro, Secretario de Salud, ofrece paneles de información de que la
ciudadana conozca más sobre la donación de órganos.
Y por lo tanto da a conocer que órganos se pueden trasplantar siendo el corazón, hígado,
intestinos, páncreas pulmón y riñón, y en el concepto de tejidos: serian corneas, hueso,
pelo, piel, sangre y válvulas cardiacas, y en el renglón de células seria la medula ósea.
Así también sigue exhortando a las familias, para que sigan las indicaciones sanitarias en
esta lucha contra el dengue, es importante contribuir para enfrentar esta pandemia, desde
evitar almacenamiento de agua en recipientes, descacharrización, limpieza, en fin hay que
seguir instrucciones para evitar la proliferación de este insecto causante del dengue.

HUMILDAD VIRTUD DE LOS GRANDES.
El poder de la humildad, aporta lucidez, valor y fuerza, para detenerse a pensar y ver las
cosas en toda su realidad, ayudándole a ver lo que es verdaderamente importante, le da esa
paz interior que le permite tomar buenas decisiones.
Se necesita grandeza del alma, para andar con prudencia y sencillez, es cierto que hay
temor que vean su vulnerabilidad, sus debilidades, sus puntos flacos y limitaciones, no
obstante este valor traerá fortaleza.
Pues casi siempre la sencillez abre las puertas que la prepotencia cierra, porque el poder de
la humildad demuestra valentía, fortaleza y confianza en uno mismo, engrandeciendo a las
personas dotando de prudencia a la vista, a la escucha y a la palabra.
Los humildes dan lecciones de vida a la humanidad envidiosa, egoísta y vanidosa, ya que es
el mayor signo de sabiduría porque descubren el arte de vivir y de saber conducirse en la
vida.
Según la psicología practicar este valor, se traduce en un antídoto perfecto contra
egocentrismos, ostentaciones y soberbias y nos convierte en personas sencillas, receptivas,
atentas, cercanas y sinceras.
Se estima que la verdadera humildad necesita hacer un análisis realista de nuestras
capacidades, reconocer nuestras limitaciones y abrirnos a nuevas ideas. ¿Cómo vamos a ser
capaces de hacer todo lo anterior si no tenemos una saludable autoestima? y es que una
persona egocéntrica nunca podrá llegar a este nivel porque no querrá ver sus defectos,
como tampoco podrá descubrir sus cauterizadas virtudes.
Es importante, reconocer las limitaciones propias con el fin no de tirarse al abandono si no
de luchar por superarlas, jamás compararse con otras personas ya que todos somos
distintos, y es que casi siempre en las comparaciones las posibilidades cuando hay baja
autoestima son de perder.
Hay que fortalecer el mantenimiento de nuestras capacidades y logros en constante
perspectiva, pero hay que cuidarnos del perfeccionismo, pues es un enemigo acérrimo de la
humildad que más tiene que ver con el deseo inmaduro de colmar expectativas que con el
trabajo bien hecho.
Mi certeza es que Jesucristo es nuestro máximo ejemplo de humildad
“Vuestro atavío no sea el externo… sino el interno, el del corazón, en el incorruptible
ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.” 1 Pedro

3:3-4.
Nos vemos hasta la próxima.
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