Golpe a golpe
Por Juan Sánchez Mendoza
El recurso con que la insuflada ‘clase política’ de Movimiento Regeneración Nacional (morena) pretende justificar el desorden político en México es que la ahora mentada oposición (llamada ‘PriAn’) es la causante de todo mal. Y por eso la perorata de sus dirigentes está orientada a echarle la culpa, aun cuando ostentan un poder cuasi omnímodo.
De ahí un día sí (y al otro también), sigan culpando a sus antecesores, priistas y panistas, del status quo, cuando han estado ya casi durante siete años usufructuando el control de los poderes Ejecutivo y Legislativo –hasta el momento–, y a partir del uno de octubre lo harán con el Judicial.
¿Acaso lo mejor no es mirar hacia adelante? ¿Y construir o reconstruir lo que para ellos estuvo ‘erróneamente’ construido?
Así lo creo.
Entonces ¿qué necedad hay en insistir que, en el pasado, todo estuvo mal hecho para justificar un cambio de piel?
Obviamente, esos ‘camaleones’ son los más frenéticos en remontarse al pasado, donde igual procuraron figurar, para ahora justificar su mutación y mostrarse como salvadores de la Patria, cuando, a lo más que llegan, así lo creo, es simple y llanamente ser saltimbanquis de la política, prestos a la orden de sus superiores.
Los vemos en al ámbito federal y en la geografía estatal, mostrándose ‘graciosos’, ‘propositivos’, ‘perdona vidas’, escondiendo su aviesa intención de querer utilizar a los medios de comunicación masiva para difundir tantas mentiras que elucubran para disfrazar su connivencia.
De ahí que nadie les crea. Pero, han dado en buscar el amparo de las instancias federales y estales para amordazar a la prensa, olvidando, ellos, que hay todavía quienes creemos en la libertad de expresión.
Los policastros, para que quede bien claro, son los políticos inhábiles, rastreros, mal intencionados, que actúan con fines y medios turbios, según la definición literaria.
Y en morena, pululan.
Empezando con Andrés Manuel, alias ‘El Chiquito Andy’; Luisa María Alcalde Luján y Alfonso Durazo Montaño, quienes no comulgan con Adán Augusto López Hernández, Ricardo Monreal Ávila y José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, quienes han sido militantes priistas o perredistas y son actualmente parta de la nomenclatura importante de morena
En el plano estatal, asoman otros ‘camaleones’ –Humberto Armando Prieto Herrera es el más visible, por su ex militancia panista–, pero, en la actualidad, se muestran más transformadores que el mismo ‘Peje’, como, en su oportunidad, lo hicieran los más papistas que el Papa.
Otro descarrilamiento
El descarrilamiento más reciente del Tren Maya, ocurrido el martes que nos antecede, obliga a la Cámara de Diputados a exigir la comparecencia de su director –el general Óscar David Lozano Águila–, para que explique cuáles fueron las fallas técnicas y/o humanas en este nuevo percance ferroviario.
Sobre todo, porque el proyecto insignia del ex presidente ha dejado de ser confiable para quienes pueblan Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quintana Roo, como para el alto turismo que registra el sureste del país y que, desde el primer incidente, ha optado en trasladarse en transporte más seguro.
Hasta junio 30 del mes en curso, en el Tren Maya fueron invertidos +/- 541 mil 890 millones de pesos. Y anualmente se destinan cerca de seis mil millones en su operación. Pero sólo ha tenido una ‘recuperación’ cercana a los 600 millones, hasta ahora, lo que hace presumir que es un proyecto sin razón de ser.
Por cierto, le recuero lo accidentes más recientes del Tren Maya:
+ 25 de marzo de 2024, en la estación Tixkokob (Yucatán):
+ 30 de enero de 2025. Estación Limones (Quintana Roo); y
+ 19 de agosto de 2025: Estación Izamal (Yucatán).
La lista de accidentes en los que se ha visto involucrado el Tren Maya inició la mañana del 25 de marzo de 2024, cuando un convoy se descarriló en la estación Tixkokob, en Yucatán.
En esa ocasión, la empresa del Tren Maya informó: “el cuarto vagón del tren D006 experimentó una interrupción del flujo sobre la vía, pero sin registrar afectaciones humanas, ni materiales.
La segunda vez que se descarriló el Tren Maya ocurrió el 30 de enero de 2025 cerca de la estación Limones, en el estado de Quintana Roo. Y se dijo que la unidad transportaba toneladas de balasto cuando se descarriló y se volteó sobre su costado izquierdo.
De manera extraoficial se informó sobre una persona herida.
La tercera vez que se descarriló el Tren Maya ocurrió el 19 de agosto de 2025 en la estación de Izamal, estado de Yucatán, dentro del Tramo 3.
Ciertamente en ninguno de los casos hubo fallecidos
Pero eso no obsta para realizar inspecciones profundas en todo el sistema para prevenir accidentes mayores.
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