José Gregorio Aguilar

Miércoles 20  de Agosto 2025.

El alcalde de Jaumave, Manuel Báez Martínez, ha puesto sobre la mesa una de las herencias más pesadas de administraciones anteriores: 131 demandas laborales que siguen sin resolverse del todo.

En entrevista, el líder de la comuna reconoció que apenas 35 de ellas han sido atendidas, en su mayoría mediante acuerdos directos con los trabajadores, quienes han aceptado montos de entre 15 y 25 mil pesos como liquidación.

 “El daño no es para el presidente, es para el pueblo”, subrayó Báez, apelando al entendimiento de los demandantes y al impacto que estas deudas tienen sobre las finanzas municipales.

Aunque el monto total de las demandas aún no ha sido precisado, el alcalde aseguró que se ha creado una reserva presupuestal para enfrentar esta carga. La meta: resolver al menos 60 casos antes de concluir su administración. Sin embargo, algunas demandas son tan elevadas que, según sus palabras, “definitivamente no las podemos cubrir”.

El origen de muchas de estas denuncias radica en horas extras no reconocidas —incluyendo jornadas en sábados y domingos— y en convenios incumplidos por anteriores gobiernos. Báez también aclaró que, a diferencia de otras gestiones, no se han detectado aviadores en su administración.

En un contexto de participaciones federales cada vez más limitadas, especialmente para municipios rurales como Jaumave, el reto no es menor.

El alcalde ha optado por contratos flexibles y diálogo constante con el personal, evitando compromisos que puedan desestabilizar aún más las finanzas públicas.

Esta situación revela no solo el peso de la deuda institucional, sino también la fragilidad de los sistemas laborales en los municipios pequeños. Y aunque Báez insiste en que el diálogo ha sido clave, la pregunta persiste: ¿cuántas de estas heridas podrán cerrarse antes de que termine su mandato