A MI MANERA
Por Tello Montes
-La UAT pisa fuerte rumbo al futuro.
-Beto en la capital, por Matamoros.
Mientras otros se conforman con discursos huecos y fotos para la propaganda, Américo Villarreal Anaya sigue en lo suyo: tocando puertas, apretando manos y amarrando acuerdos para que la paz y la tranquilidad de Tamaulipas no sean promesas, sino realidades medibles.
En la Ciudad de México, el gobernador se sentó nuevamente con Omar García Harfuch, titular de Seguridad y Protección Ciudadana, para afinar la coordinación con el gobierno de Claudia Sheinbaum.
No fue una visita de cortesía, sino otra ronda de trabajo para evaluar indicadores, ajustar estrategias y mantener la tendencia a la baja en delitos de alto impacto.
Las cifras hablan: en julio, los homicidios dolosos en Tamaulipas sumaron apenas 19 casos, apenas el 0.9% del total nacional, cuando el promedio por estado ronda los 63. Entre enero y julio, el total es de 129, siempre por debajo de la media nacional.
Esto no es casualidad: es el fruto de una línea directa entre Palacio de Gobierno y la Federación, de un gobernador que entiende que la seguridad no se improvisa ni se delega a la suerte.
Así, Américo no descansa. Porque la paz se construye todos los días, con gestiones constantes y sin aflojar el paso… y porque, como dice el dicho, “el que afloja, pierde”.
LA UAT PISA FUERTE RUMBO AL FUTURO
Con paso firme y sin perder el rumbo, la Universidad Autónoma de Tamaulipas arrancó el ciclo escolar Otoño 2025, de la mano de su rector, Dámaso Anaya Alvarado, quien dio la bienvenida a más de 45 mil estudiantes —incluidos 9,500 de nuevo ingreso— en una ceremonia en el Campus Tampico.
Anaya destacó que la UAT crece en cobertura y calidad, abriendo nuevos programas académicos y sumando infraestructura estratégica con el respaldo del gobernador Américo Villarreal.
Desde facultades modernizadas y equipo tecnológico de punta, hasta transporte universitario y herramientas especializadas para medicina, deportes y artes, la universidad refuerza su papel como motor de desarrollo y oportunidad para la juventud tamaulipeca.
El secretario de Educación, Miguel Ángel Valdez, llevó el reconocimiento del gobernador y subrayó que la UAT concentra el 33 % de la matrícula de educación superior en el estado y el 70 % de los investigadores en el Sistema Nacional, reflejo de una institución que se consolida como referente educativo, científico y humanista en Tamaulipas.
BETO EN LA CAPITAL, POR MATAMOROS
Cada vez que pisa Ciudad Victoria, Beto Granados no va de paseo ni a tomarse la foto para redes sociales: va a trabajar, a tocar puertas y a reforzar los lazos que aseguren más proyectos y beneficios para Matamoros.
Este lunes, el alcalde fronterizo asistió a la ceremonia de honores a la bandera encabezada por el gobernador Américo Villarreal Anaya, un acto cívico que sirvió para rendir tributo a los símbolos patrios y, de paso, para estrechar la coordinación con el Gobierno del Estado.
En un ambiente de unidad, con autoridades estatales, deportistas y representantes de la sociedad civil, Beto reiteró su reconocimiento al gobernador, a quien calificó como “el mejor amigo de Matamoros”, recordando que el respaldo de Américo ha sido determinante para que la ciudad destaque en infraestructura, seguridad y desarrollo.
Su participación no fue protocolaria: Granados sabe que estos encuentros son oportunidades para avanzar en la agenda municipal.
Prueba de ello fue la reunión que sostuvo con el secretario del Trabajo, Gerardo Illoldi, donde se habló de empleo, capacitación, formalización laboral y apoyo al emprendimiento.
El objetivo es claro: abrir más oportunidades para los matamorenses y fortalecer la economía local.
Con visión y constancia, Beto insiste en que los beneficios no llegan por casualidad, sino por gestión y trabajo en equipo entre los distintos niveles de gobierno.
Mientras otros alcaldes se conforman con esperar que “algo caiga”, Granados no quita el dedo del renglón: cada visita a la capital es un paso más para
que Matamoros siga brillando y avanzando. Porque en política, como en la vida, “el que quiere azul celeste, que le cueste”.