DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.
¿Ha leído, amable lector, las declaraciones de Pablo Gómez? El izquierdista que ha vivido
de las reformas políticas, que dieron respiro a las voces de oposición, y que hoy preside la
Comisión que va a proponer la reforma electoral de Claudia Sheinbaum: que es considerada
la corona de la 4T, que hará posible su permanencia, dicen por mucho tiempo, en el poder.
Y es que, hasta donde ha dicho, la reforma va a terminar con la oposición, no va a
perfeccionar las formas democráticas, sino a cambiar el régimen de gobierno.
De entrada, hay que admitir que la reforma será un hecho: foros y consultas a modo, a la
oposición no la van a ver menos a escuchar, porque ya lo dijeron: solo van a votar los
miembros de la comisión, que son representantes de la presidenta, no de la sociedad. Y en
las cámaras, ni se diga, los diputados están listos para aprobar lo que les propongan y en la
de senadores, una traición logro la mayoría. Así que, para el 2026, estaremos en la puerta
de un nuevo régimen de gobierno.
FORMAS DE GOBIERNO.
A lo largo de la humanidad hemos conocido distintos regímenes o formas de gobierno.
Recuerden, en la época ateniense, se hablaba de unas formas puras y otras impuras; las
primeras al degradarse, se convertían en impuras: por decir, la democracia se convierte en
demagogia; la monarquía en una oligarquía. En fin, cada una forma de gobierno tiene
elementos que lo caracteriza.
En la actualidad hay democracias, republicas representativas, presidencialismo,
parlamentarismo, con determinadas características. Estados Unidos es presidencialista, con
un sistema bipartidista, con una división de poderes. México ha sido presidencialista,
republica federal, representativa con una división de poderes. Países como Cuba, Rusia,
Venezuela, Nicaragua montados en esquemas socialistas han eliminado a los partidos, la
división de poderes (poderes subordinados al Ejecutivo) con la vía, además, de la
reelección consecutiva.
REELECCION PRESIDENCIAL.
En México mas de un presidente soñó con la reelección. Por eso, sonriendo, mas de una
vez AMLO repitió, aunque no se lo preguntaran, que “no me voy a reelegir”, pero logro
aniquilar a la oposición y tuvo fuerza para imponer a su sucesora, cosa que ningún otro
presidente había logrado. Si hacemos caso a las especulaciones, su proyecto transexenal
incluye que su hijo Andy sea alguna vez presidente. Si no llega, será por sus errores y su
conciencia neoliberal.
Ya lo dijo bien claro Pablo Gómez: las reglas del juego van a cambiar, no para fortalecer
las prácticas democráticas -como se hizo en todas las elecciones-, pero si para cambiar la
cara del régimen de gobierno: eso pasa por eliminar a la oposición, eliminar las
plurinominales para que no haya oposición en las caras, cambiar la forma de operación del
actual INE, eliminar a las organizaciones locales electorales, es decir, que vuelva el Estado
a manejar las elecciones, tal y como sucede en países donde solo hay un partido y el
gobernante se reelige en cada elección. Mas de un analista político, afirma que Donald
Trump envidia a Claudia: no tiene oposición ni enemigo enfrente.
AGENTES Y ESCENARIOS.
Un propósito de la reforma es que, al disminuir o quitar los subsidios a los partidos
políticos, tanto el PRI como el PAN van a desaparecer; en tanto que el Verde y el PT en su
condición de satélites, tendrán la opción de mimetizarse con MORENA o, de otra manera,
también van a seguir el mismo camino. Así que el sistema de partidos tiende a ser
eliminado. Al desaparecer los órganos electorales y transformarse el INE, hagan de cuenta,
que todo va a depender del gobierno.
Visto de esta manera los escenarios, también los agentes participantes van a diluirse: la
oposición, si quiere resurgir, tendrá que hacerlo con sus propios recursos… y el sistema
clientelar electoral cada vez se hace mas grande, puesto que nacen nuevos programas y se
fortalecen otros: la cuestión, por otra parte, será la capacidad de inversión tanto del
gobierno y el riesgo que quieran correr la iniciativa privada… entiéndase, que, el nuevo
régimen tendrá, ya tiene, a sus nuevos ricos, a sus nuevos inversionistas, que nacieron o se
aliaron con AMLO.