El Patinadero
Juan Antonio Montoya Báez
No son tiempos fáciles, la economía se encuentra en uno de sus peores momentos en el país, en Tamaulipas, pero muy en lo particular en ciudad Victoria, cuyo movimiento financiero depende principalmente de la burocracia.
Ciudad Victoria no tiene las ventajas de otros municipios, como Tampico, Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo cuya economía se encuentra muy diversificada, tienen comercio exterior, agencias aduanales y una industria maquiladora pujante que se consolida a pesar de los movimientos en el mundo.
En la frontera saben aprovechar las ventajas estratégicas de su vecindad con los Estados Unidos, por lo que su ritmo de crecimiento es superior al de otros municipios.
Además, sus autoridades municipales saben de la importancia de su relación con EU, reconocen la importancia de ese motor económico en sectores como la manufactura y la exportación de productos industriales y agrícolas.
La situación en ciudad Victoria es contraria, las fuentes de empleos creadas son relacionadas a las tiendas de autoservicio y unas cuantas maquiladoras, como la Nien SIng, Spring Windows, Kemet y Aptiv. Como podemos ver, se cuentan con los dedos este tipo de empresas.
Algunas de las maquiladoras pagan salarios bajos y las muy especializadas son las que costean salarios decorosos, pero los recortes en las empresas son muy constantes.
Hay un fracaso total en los planes de la Secretaria de Trabajo, pues su impulso se limita a las ferias del empleo y en el colmo de los males estallan huelgas ante la falta de tacto y liderazgo para intervenir de manera adecuada.
Ciudad Victoria es un municipio que depende de la burocracia, donde su principal fuente de ingresos es el Gobierno del Estado con sus 15 mil 700 trabajadores, seguidos de la UAT y las dependencias del gobierno federal, donde destaca el IMSS.
Sin embargo, en la administración estatal están en marcha una serie de acciones con la idea de ahorrar el máximo a costa de sus empleados, con acciones que van desde la quita o disminución de compensaciones y hasta el recorte de personal.
Otro tipo de medidas disfrazadas de beneficios, es la aplicación de un programa de descuento para obligar a los motociclistas que paguen sus derechos vehiculares, presionándolos a través de operativos de seguridad vial. La medida es correctiva, pero nació como recaudatoria.
Por ello son bienvenidas las medidas, como el programa de becas de la UAT para nuevo ingreso y estudiantes con discapacidad, con el propósito de garantizar que más jóvenes accedan a la educación superior en condiciones de equidad.
Las iniciativas son del rector DÁMASO ANAYA ALVARADO, quien reiteró su interés por fortalecer los principios de inclusión, justicia social y reconocimiento para impulsar el desarrollo económico en la entidad.
La Beca de Nuevo Ingreso está dirigida a estudiantes que concluyeron el bachillerato con un promedio general mínimo de 9.5 y que están por incorporarse a un programa de licenciatura o técnico superior universitario en la UAT.
El apoyo consiste en la exención total del pago de inscripción durante el primer periodo, con posibilidad de renovarse hasta concluir la carrera, siempre que el estudiante mantenga un promedio igual o superior a 9 y no repruebe materias.
Cualquier medida de apoyo es bien recibida, cuando se regresa de vacaciones, viene el pago de cuotas escolares, compra de útiles, uniformes en medio de la crisis.
Son tiempos de crisis, en donde ya es muy poco lo que se puede exprimir la economía de los tamaulipecos que viven el calvario de la política del hambre.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
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