*Activistas liderados por Francisco Chavira, piden el retiro de tropas estadounidenses desplegadas en la frontera.
Por Julio Manuel Loya Guzmán.
Reynosa, Tamaulipas.— La presencia de una tanqueta militar estadounidense apostada en la orilla del río Bravo, en Laredo, Texas, y apuntando hacia territorio mexicano, provocó una protesta de activistas tamaulipecos en el Puente Internacional II “Juárez-Lincoln”, en Nuevo Laredo.
El acto fue encabezado por el activista y ex candidato a la gubernatura de Tamaulipas, Francisco Chavira Martínez, quien calificó la acción como un acto de intimidación contra los migrantes y una muestra del uso del miedo como estrategia política.
“Donald Trump está usando el miedo como política, como lo hacen los dictadores”, declaró Chavira en tono firme, acompañado de figuras políticas como el ex senador Carlos Sotelo García, el ex dirigente estatal de Morena, José Moreno, y la activista Nazaret Huerta.
Chavira advirtió que la militarización atenta contra los derechos humanos y sustituye la tradición de hermandad binacional por una política de amenazas. En tono irónico, expresó: “Si nos van a regresar a nuestros migrantes mexicanos, que también nos regresen Texas, Arizona y Nuevo México”.
Por su parte, Carlos Sotelo llamó a la Secretaría de Relaciones Exteriores a emitir una protesta formal ante el gobierno estadounidense.
“Estamos en tiempos de paz y no se puede permitir esta provocación militar. El derecho a migrar no puede ser criminalizado”, subrayó.
José Moreno fue más allá al advertir sobre las intenciones geopolíticas de Washington: “Esa tanqueta es una postal de sus verdaderas intenciones: quieren nuestro territorio y nuestras riquezas”.
En tanto, Nazaret Huerta denunció el carácter misógino y clasista de la política migratoria promovida por Trump.
“Quieren imponer miedo con violencia simbólica, pero los mexicanos sabemos resistir. Esta tanqueta solo fortalece nuestra unidad y dignidad”, declaró.
Los manifestantes recordaron que el Puente Juárez-Lincoln ha sido símbolo de cooperación entre ambos países por décadas, y exigieron respeto a la soberanía mexicana.
“Reprobamos este acto de amedrentamiento. Exigimos una política migratoria digna y respetuosa para nuestros migrantes”, coincidieron.
Finalmente, el grupo demandó la retirada inmediata del vehículo militar y el restablecimiento de un diálogo bilateral basado en el respeto, la cooperación y la defensa de los derechos humanos.