Una Tras Otra/
Por Jesús Hernández García.-No recuerdo cuando fue la última vez, si es que la hubo, en la que una alcaldesa de un estado fronterizo como Tamaulipas pisara la más alta Tribuna en el entorno mundial, como lo es la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
Por segundo día consecutivo no solo lo hizo la Presidenta Municipal de Nuevo Laredo, CARMEN LILIA CANTUROSAS VILLARREAL, al tomar la Tribuna y destacar con importantes posicionamientos de capital importancia para Tamaulipas y el resto de los estados del país.
Y es que la alcaldesa del principal Puerto Fronterizo del país no solo se hizo presente, sino que con determinación tomó la Tribuna y no fue una mera expectante, su participación destacó y acaparó la atención de las más importantes naciones del mundo.
Insisto, no recuerdo a ningún otro alcalde, de indistintos municipios y representando a partidos antagónicos a MORENA, fuera convocado y se le diera la envidiable oportunidad de ser voz y destacar por sus ponencias que, por lo mismo, fueron reconocidas.
Quizá en algún momento de la vida política, social y económica de Tamaulipas y del país pudiera haberse dado la oportunidad a algún otro personaje, pero él no recordar sus generales me lleva a suponer que, si lo hubo, su participación quizá fue de un espectador más, sin brillo.
CARMEL LILIA CANTUROSAS VILLARREAL, en cambio, dio un paso más allá: subió a la tribuna principal de la ONU para presentar un caso de éxito mexicano ante el mundo.
Su participación centró la atención en el Foro Político de Alto Nivel sobre Desarrollo Sostenible, es decir no fue protocolaria ni decorativa. Fue sustancia. Frente a representantes de todos los Estados Miembros.
En ese escenario, CANTUROSAS VILLARREAL expuso el modelo de saneamiento del agua de Nuevo Laredo como una práctica ejemplar de cooperación multiactoral, en la que convergen el Gobierno Federal, el Gobierno del Estado de Tamaulipas, agencias internacionales como la EPA de Estados Unidos, el Banco de Desarrollo de América del Norte y organismos binacionales como la CILA.
El modelo no sólo resolvió una deuda histórica de desigualdad en el acceso al agua potable para más de 17 mil personas, sino que redujo en 99% las descargas sin tratamiento al Río Bravo, fortaleciendo la salud pública, la resiliencia climática y la cooperación transfronteriza.
Lo que más destacó de la intervención de la alcaldesa de Nuevo Laredo fue el tono político de su intervención. No fue un informe técnico, sino una declaración de principios: “los territorios tienen mucho que aportar”, dijo, en clara alusión a que el desarrollo sostenible no debe diseñarse sólo desde las capitales. Nuevo Laredo, con sus complejidades y retos fronterizos, fue elevado por su alcaldesa como un actor legítimo del escenario global, capaz de construir soluciones locales con impacto regional y visión planetaria.
Para quienes observan con lupa los nuevos liderazgos en México, lo sucedido en la sede principal de la ONU debería ser un punto de inflexión.
CARMEN LILIA CANTUROSAS no asistió a escuchar; asistió a posicionar. No fue espectadora, fue protagonista. Su participación es un ejemplo claro de cómo una ciudad de frontera puede transformar el discurso nacionalista en una práctica de cooperación internacional.
Y en un momento donde los liderazgos femeninos cobran cada vez más fuerza, ver a una alcaldesa mexicana tomando la palabra en una de las tribunas más relevantes del planeta, no solo honra a su ciudad, sino que reafirma la premisa de que en México y en el mundo, es tiempo de mujeres.
Bien por Nuevo Laredo, mejor por Tamaulipas, la alcaldesa CARMEN LILIA CANTUROSAS VILLARREAL, fue una digna representante de su Patria Chica y de su Patria Grande, muy orgullosos deben sentirse de ella sus representados y gran parte de los tamaulipecos que la reconocen y aplauden.
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