Tal y como dice el viejo refrán: “el gozo se fue al pozo”, puesto que los ganaderos mexicanos todavía no acababan de celebrar que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) les había autorizado que reanudaran la exportación de sus reses a la unión americana, cuando las autoridades del Servicio de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) reportaron un nuevo caso de gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz.
Tras enterarse de este nuevo brote, la titular de la USDA, Brooke Leslie Rollins, de inmediato ordenó el cierre de la frontera de Estados Unidos a la exportación del ganado mexicano, cuya decisión podría echar por tierra el programa de la reapertura que estaba en marcha luego de que el pasado 7 de julio se exportaron 900 cabezas de ganado por la estación cuarentenaria de Agua Prieta, Sonora.
El próximo 14 de julio estaba programada la exportación de ganado mexicano desde el Puerto Palomas, Chihuahua, que colinda con Columbus, Nuevo México, pero todo parece indicar que se cancelará ante el brote de la plaga del gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz.
El programa de reapertura también contemplaba otros cruces para la exportación de ganado mexicano, como es el caso de Piedras Negras, Coahuila con Eagle Pass, Texas, programado para el 18 de julio y el de Colombia, Nuevo León con Laredo Texas, programado para el 15 de septiembre.
A propósito, el presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT), José Guerrero Gamboa, declaró que los ganaderos tamaulipecos exportarían sus reses por la estación cuarentenaria de Colombia, Nuevo León el próximo 15 de septiembre, sin embargo, no se puede descartar la posibilidad de que sea cancelada en caso de que continúe el cierre de la frontera de Estados Unidos decretado por la titular de la USDA.
Se espera que las autoridades de la Senasica logren demostrar que el nuevo brote del gusano barrenador en Ixhuatlán de Madero, Veracruz, es un caso aislado que se está atendiendo con prontitud para evitar la propagación del gusano barrenador a otras partes del país.
Por otra parte, vaya que causó beneplácito entre la comunidad latina de Estados Unidos que el juez Federal Joseph Laplante haya ordenado la suspensión de la decisión del presidente Donal Trump de negar la ciudadanía a los hijos de inmigrantes sin estatus legal.
El juez Joseph Laplante consideró que el cambio viola una política histórica y causaría daños irreparables entre miles y miles de jóvenes que consideran a la ciudadanía estadounidense como un verdadero privilegio.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles presentó una demanda colectiva en contra de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, que entraría en vigor el próximo 27 de julio del 2025.
El fallo se basa en la Decimacuarta Enmienda, que garantiza la ciudadanía a toda persona nacida en Estados Unidos, por lo que la orden ejecutiva de Donald Trump contradice este principio constitucional de Estados Unidos.
Aunque recientemente la Corte de Estados Unidos le había dado la razón al presidente Donald Trump de prohibir que se concediera la ciudadanía a toda persona nacida en la unión americana, la demanda colectiva hizo posible que se discuta la constitucionalidad de la orden ejecutiva del mandatario estadounidense.
Vamos a ver en qué acaba está situación de negar la ciudadanía a todos aquellos que nacen en los Estados Unidos, puesto que se trata de un mandato constitucional que ha beneficiado a miles de personas que llegan con el denominado “sueño americano”.
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