ANECDOTARIO
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
Todo, pero todo, se unió algo en contra y, también a favor, durante estos
días de una tormenta que le guiño un ojo a los tamaulipecos que se nota
que estamos unidos y que con base a la conducción de nuestras
autoridades fuimos capaces de enfrentar lo que fuera pronosticado como
un desastre, de esos que con arañazos buscan formar parte de la historia.
Se impuso, en el manejo de este fenómeno caprichoso de la naturaleza, la
experiencia, las ganas y el sentido humano de las autoridades y también de
nosotros los ciudadanos que atendimos los múltiples llamados que se
hicieron para evitar numerosas pérdidas humanas que sacan lágrimas.
Solo dos fallecimientos se registraron en Tamaulipas por la presencia de la
tormenta “Barry” y sus abundantes y peligrosas aguas, que para mal
destruyeron algunas viviendas y bienes materiales, que hoy preocupan.
Y las anécdotas, que surgieron en torno a este suceso, no faltaron, como
por ejemplo el caso del alcalde de González, Tamaulipas, Miguel Alejandro
Zúñiga Rodríguez, quien durante un operativo para rescatar a los
damnificados por las aguas, atendió un parto de emergencia que trajo a la
vida a una niña, lo que arrancó aplausos porque hizo valer su profesión de
médico y eso habla de mucha calidad humana.
Esto da valor a la clase y al nivel del que goza el sector salud en
Tamaulipas, porque el secretario de esa importante y delicada área, Vicente
Joel Hernández Navarro, es un conocido y prestigiado médico que ha
auxiliado a varios ciudadanos, entre ellos a un motociclista, que se
accidento en una carretera por la que él circulaba. Es algo que la ciudadanía
recuerda.
Y si de los alcaldes hablamos, como no reconocer los esfuerzos que hicieron
los de Ciudad Victoria, Tampico, Madero, Altamira, Xicoténcatl, Mante,
González y Gómez Farías, entre otros, quienes no se dejaron intimidar por
los ríos en que se convirtieron las avenidas de sus lugares y atendieron
como debe de ser un suceso que olía a desastre.
En el caso de Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, su alcalde, Eduardo
Gattas Báez, no se cansó en recorrer los lugares afectados para rescatar a
todos aquellos que con una carita llorosa pedían auxilio , el cual llego muy
oportunamente.
Hasta uno de sus acompañantes resbalo y cayó al agua en un canal, lo que
hizo que “Lalo” y sus acompañantes le tendieran las manos para evitar que
fuera arrastrado por las torrenciales lluvias.
Días antes se notaron las maniobras de las autoridades del ayuntamiento
local para retirar basura y dejar libres los lugares para que el agua siguiera
su camino, con lo que se evitó que las inundaciones hicieran de las suyas.
Y como no mencionar a las instituciones que se sumaron al esfuerzo de
auxiliar y proteger a los ciudadanos, que les llovió sobre mojado.
Es el caso de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, donde su rector,
Dámaso Anaya Alvarado, quien ordeno no solo una serie de acciones para
proteger la integridad de la comunidad universitaria, sino también a los
ciudadanos.
Se coordinó la UAT con las autoridades de Protección Civil de Tamaulipas, al
grado de que fue habilitado el Gimnasio de Tampico como albergue
temporal para atender a los damnificados.
Pero también la universidad accionó en Mante donde puso a disposición
personal para que apoye a Protección Civil, ya que se registraron en ese
lugar desbordamientos y la evacuación de la población.
Acciones semejantes se hicieron en Ciudad Victoria, donde personal del
área de salud de la universidad para que colaboren con las acciones que
sean necesarias.
Así se enfrentó estos días que fueron, tormentosos.
Por ello “Bravo “, le gritan a las autoridades.
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