Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Evolución del impuesto a remesas en EE.UU.: debates y acuerdos
El Congreso de EE.UU. y el gobierno de Trump han propuesto varias tasas para gravar las remesas, iniciando con un 15%, luego 5%, después 3.5%, y finalmente un 1% en el borrador actual del Senado. Este proceso refleja intensos debates políticos y técnicos. La propuesta inicial de 5% fue aprobada por la Cámara de Representantes en mayo de 2025, generando preocupación internacional. Posteriormente, el Senado redujo la tasa a 3.5% y luego a 1% en su revisión más reciente del «One Big Beautiful Bill Act».
El impuesto aplicaría solo a remesas enviadas mediante instrumentos físicos (efectivo, giros postales o cheques de caja), excluyendo transferencias electrónicas desde cuentas bancarias.
La entrada en vigor está prevista para después del 31 de diciembre de 2025. Aunque el presidente Trump presiona para establecerlo este 4 de julio que celebran el «Independence Day».
Pros del impuesto para EE.UU.
Generación de ingresos: El impuesto del 1% podría recaudar fondos significativos, aunque menores a los $26,000 millones de dólares estimados para la versión del 3.5%.
Financiamiento de seguridad fronteriza: Los fondos se destinarían a contratar 10,000 agentes de ICE, construir el muro fronterizo y operar centros de detención migratoria.
Alivio fiscal: Los republicanos argumentan que este impuesto evita aumentos tributarios mayores ($4 billones), beneficiando a contribuyentes estadounidenses.
Contras del impuesto para EE.UU.
Violación de tratados: México argumenta que viola el Tratado de Doble Tributación (1994), ya que el dinero ya fue gravado en EE.UU..
Discriminación: Exime a ciudadanos estadounidenses, focalizando el gravamen en migrantes, lo que podría considerarse discriminatorio.
Evación fiscal: Migrantes buscarían alternativas (como enviar dinero mediante contactos con ciudadanía), reduciendo la recaudación esperada.
Impacto en países receptores, principalmente a México que es el 2° pais qué más remesas recibe despues de la India.
Contras principales:
Costo familiar: Enviar $350 dólares costaría $23.50 en lugar de $6 dólares, afectando a familias que dependen de estos ingresos para necesidades básicas.
Reducción de remesas: Aunque el Banco de México prevé que seguirían creciendo, lo harían a menor ritmo, impactando una fuente vital de divisas (64,745 millones de dólares en 2024).
Regresividad: El impuesto sería más severo para hogares de bajos ingresos, que destinan hasta 40% de su presupuesto a remesas.
Posibles efectos positivos limitados:
Incentivo a la bancarización: La exención de transferencias electrónicas podría fomentar el uso de canales formales, aunque esto no compensa el impacto social negativo.
El debate refleja tensiones entre objetivos fiscales de EE.UU. y los derechos económicos de migrantes. Mientras el gobierno de Trump prioriza financiar su agenda fronteriza, países receptores y defensores de migrantes destacan los efectos regresivos y los conflictos legales. La reducción del 15% al 1% muestra concesiones políticas, pero no elimina los riesgos de evasión, tratados violados o daño a economías emergentes dependientes de remesas.
En síntesis, la noticia de ser solo un impuesto a los envíos en efectivo, y no aplicarse al caso de envíos por medio de transferencias electrónicas, este impacto contra el bolsillo de los remitentes sería mínimo, ya que el 99% de envíos es por transferencias electrónicas…
[11:12, 30/6/2025] Jorge Lera: El impuesto del 1% a las remesas desde EE.UU. tendría un impacto limitado en la mayoría de las familias mexicanas, pero podría afectar de manera significativa a ciertos grupos vulnerables:
¿A quiénes afectaría?
Sólo aplica a envíos en efectivo, giros postales o cheques de caja, no a transferencias electrónicas.
Más del 90% de las remesas a México se envían por transferencia electrónica, por lo que la gran mayoría de los hogares receptores no verán afectado el monto recibido.
Migrantes sin acceso a servicios bancarios —principalmente indocumentados o quienes viven en zonas rurales de EE.UU.— serían los más afectados, ya que suelen utilizar envíos en efectivo.