Por: Luis Enrique Arreola Vidal.
Ayer leí en N+ una nota que me dejó helado: “Mi Madre es Adicta al Clonazepam”. El testimonio de Martha, desgarrador, no solo narra el drama de una mujer atrapada por las benzodiacepinas, sino que abre una ventana a una herida social que no podemos ignorar.
En Ciudad Victoria, mi ciudad, las farmacias brotan como si fueran la cura a todos los males.
Pero a veces, cuando algo crece demasiado rápido, no es porque esté sano… sino porque está podrido.
Se estima que hay más de 200 farmacias privadas, según observaciones locales, aunque no existe un censo oficial que lo confirme.
Y entonces, la pregunta me golpea:
¿Qué se está vendiendo realmente detrás de esos mostradores? ¿Salud? ¿O algo más oscuro, con una ruta que podría llegar hasta Estados Unidos?
Sobresaturación local: farmacias vs. demanda legítima.
Ciudad Victoria tiene, según el censo de 2020 del INEGI, 332,100 habitantes. Si asumimos 200 farmacias, eso da una por cada 1,660 personas.
Comparemos:
• Promedio nacional: 1 farmacia por cada 2,359 habitantes (datos 2023)
• Ciudad de México: 1 por cada 3,757 habitantes
Victoria está sobresaturada, con un 42 % más farmacias por habitante que el promedio nacional. ¿Demanda legítima… o sobredosis de algo más?
Boom de cadenas vs. sospechas.
En noviembre de 2024, Farmacias del Ahorro abrió cinco sucursales más en Victoria.
En 2023, anunciaron una inversión de 950 millones de pesos para abrir 157 sucursales en Tamaulipas, nueve en esta ciudad.
¿Nueve más? ¿En una ciudad donde ya no cabe ni una más?
¿Solo negocio… o cobertura estratégica, renta de licencias, lavado de activos?
Cercanía geográfica y riesgo transfronterizo.
Tamaulipas no solo es corredor de maquilas y remesas, sino también de mercancías ilícitas.
Victoria se encuentra a menos de 300 km de la frontera con Texas. La ruta Victoria–Reynosa–McAllen es una línea crítica para el tráfico comercial… y también para el tráfico gris.
En 2022, la FGR decomisó más de 20,000 unidades de medicamentos controlados en Victoria y Nuevo Progreso.
La DEA (2024) advirtió que México es una fuente creciente de benzodiacepinas falsificadas, que cruzan hacia EE. UU. en mochilas, envíos exprés o vehículos.
Una píldora de clonazepam cuesta hasta 10 veces más en el mercado estadounidense.
Testimonio técnico: “Esto no es salud, es negocio opaco”
Un médico internista, que pidió anonimato por temor a represalias, me dijo:
“Lo que estamos viendo no es normal. Hay farmacias que en lugar de consultar, despachan.
Y hay ‘consultorios’ donde el diagnóstico es pretexto para vender sin control. Esto no es salud. Es un negocio opaco donde el que pierde es el paciente… o el adicto.”
Y un exinspector sanitario —hoy fuera del servicio— confesó:
“Muchas veces los operativos se avisan antes. Hay farmacias con doble contabilidad. Si vendes controlados sin receta, se paga cuota. Pero si estás protegido, ni te tocan.”
Mercado legal… e ilegal.
• El mercado farmacéutico mexicano vale 14,500 millones de dólares.
• Proyección para 2027: 22,300 mdd.
• Pero el 6 % (≈28,000 millones de pesos) es tráfico ilegal, según Canifarma.
En Tamaulipas, una caja a 100 pesos aquí vale cientos de dólares allá. El incentivo es obvio… y letal.
Turismo médico: la ruta invisible.
• Entre 800,000 y 1.2 millones de estadounidenses visitan México anualmente por tratamientos y medicamentos.
• México capta 2,500 millones de dólares anuales en turismo médico.
• En Tijuana, 2.5 millones de pacientes llegan cada año.
¿Y Victoria? No es Tijuana, pero es un nodo fronterizo con flujo constante de turistas, migrantes y compradores binacionales.
Las farmacias podrían estar sirviendo como nodos de suministro transfronterizo —con apariencia legal, pero fondo criminal.
¿Qué se está traficando exactamente?
Los medicamentos que podrían estar detrás del boom en Victoria pertenecen a familias farmacológicas de alto riesgo, altamente demandadas en EE. UU.:
• Benzodiacepinas (ansiolíticos como clonazepam)
• Estimulantes del SNC (para TDAH, como metilfenidato)
• Opioides (analgésicos como tramadol)
• Hipnóticos no benzodiacepínicos (para insomnio, como zolpidem)
Su bajo costo en México y alta regulación en EE. UU. hacen de estas sustancias una mina de oro para el narcomenudeo farmacológico.
Falta de regulación efectiva.
• COFEPRIS clausura farmacias en otros estados.
• En Tamaulipas… el silencio es sospechoso.
• COEPRIS ha advertido sobre medicamentos falsos en Tampico y Madero, pero en Victoria ni siquiera hay censo público.
• A nivel nacional, los consultorios adyacentes crecieron 9,000 en 2023, según Animal Político.
¡¡¡Más preguntas, más sospechas!!!
• ¿Quién está detrás de tantas farmacias?
• ¿Dónde están los registros de recetas controladas expedidas en Victoria?
• ¿Hay vínculos entre farmacias, operadores políticos y prestanombres?
• ¿El SAT y la UIF han cruzado los datos fiscales y bancarios?
La Ley exige receta para estas sustancias. El Código Penal prevé hasta 7 años de prisión. Pero la aplicación es simbólica.
Mientras tanto, el narcomenudeo creció 293 % en Tamaulipas entre 2024 y 2025.
Ciudad Victoria no está enferma. Está dopada.
Si las farmacias se multiplican sin control, la próxima receta no será para curar… sino para encubrir.
Porque en este juego, la píldora que nos tragamos no cura: nos controla.
Y alguien —en algún escritorio, mostrador o aduana— está contando los billetes.
Autoridades: no disimulen. Actúen.
COEPRIS.
COFEPRIS.
SAT.
UIF.
¿Dónde están los datos, las auditorías, las clausuras?
La salud pública no se vende, se protege.
No
Y cuando un modelo de salud se vuelve modelo de negocio ilícito…
…lo que necesitamos no son pastillas, sino respuestas.