Columna Opinión Económica y Financiera.
Dr. Jorge A. Lera Mejía.
Durante la tercera semana el estado de Tamaulipas fue impactado por intensas precipitaciones derivadas de la interacción del ciclón Erick y el monzón mexicano, fenómenos meteorológicos que provocaron un temporal de lluvias atípicas sobre gran parte del noreste del país. Las lluvias, que se mantuvieron constantes durante al menos cinco días, afectaron de manera significativa a los municipios de Altamira y Ciudad Madero, generando inundaciones, encharcamientos y afectaciones a la infraestructura urbana y la vida cotidiana de miles de habitantes.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportó acumulados de lluvia de entre 75 y 150 milímetros para la región sur de Tamaulipas, con pronósticos de continuidad en las precipitaciones. Estas condiciones fueron resultado de la entrada de aire cálido y húmedo desde el Golfo de México, sumada a la presencia del monzón mexicano, fenómeno que anualmente incrementa de manera significativa las lluvias en el norte y noreste del país durante los meses de verano.
Respuesta en Altamira
El municipio de Altamira, encabezado por el alcalde Dr. Armando Martínez Manríquez, implementó una serie de acciones preventivas y de emergencia que permitieron mitigar los efectos de las lluvias sobre la población. Desde días previos al temporal, el Ayuntamiento instaló el Consejo Municipal de Protección Civil en sesión permanente, con participación de autoridades de los tres niveles de gobierno, organismos de salud y corporaciones de seguridad, para coordinar la atención y respuesta ante cualquier eventualidad.
Entre las medidas más destacadas se encuentran:
Limpieza y mantenimiento intensivo de canales y desagües: Se realizaron trabajos preventivos en los 45 canales a cielo abierto del municipio, lo que permitió evitar desbordamientos e inundaciones mayores.
Supervisión y atención de zonas vulnerables: El alcalde y su equipo recorrieron sectores propensos a encharcamientos, como el Fraccionamiento Santa Elena, la colonia Américo Villarreal Guerra y el sector La Pedrera, donde los cárcamos de COMAPA operaron a máxima capacidad.
Atención inmediata a daños en infraestructura: Tras el colapso parcial de la barda del Fraccionamiento Laguna Florida, se acordó la conformación de mil costales para reforzar la estructura y evitar mayores riesgos a la población.
Respuesta a socavones y afectaciones urbanas: Personal de COMAPA atendió socavones en el sector Monte Alto y otras zonas, priorizando la seguridad y la integridad de la infraestructura urbana.
Acciones sanitarias: En coordinación con la jurisdicción sanitaria, se preparó una estrategia de fumigación para prevenir la proliferación del mosquito transmisor del dengue y otras enfermedades vectoriales, una vez que bajen los niveles de agua.
Gracias a estas acciones, Altamira logró evitar inundaciones al interior de viviendas, limitando las afectaciones a encharcamientos y daños menores, a pesar de la magnitud de las lluvias.
Situación en Ciudad Madero
En contraste, el municipio de Ciudad Madero enfrentó mayores dificultades para responder a tiempo a la contingencia. Las lluvias provocaron inundaciones considerables en diversas colonias, como Hipódromo, Hidalgo y avenida Obregón, donde se reportaron calles anegadas y viviendas afectadas. La falta de acciones preventivas, como la limpieza de vados y desagües, contribuyó a la acumulación de agua y al cierre de vialidades importantes.
Las afectaciones en Ciudad Madero incluyeron:
Evacuación de familias: Al menos siete familias fueron evacuadas por inundaciones en zonas críticas.
Interrupción de servicios y movilidad: El transporte público se vio limitado, obligando a algunos ciudadanos a buscar alternativas para trasladarse.
Riesgos sanitarios y de fauna: La presencia de cocodrilos en colonias y el desbordamiento de cuerpos de agua incrementaron los riesgos para la población.
Las lluvias recientes en Tamaulipas evidenciaron la importancia de la prevención y la coordinación interinstitucional ante fenómenos meteorológicos extremos. Mientras Altamira logró contener los daños mediante acciones anticipadas y respuesta oportuna, Ciudad Madero sufrió consecuencias más graves por la falta de medidas preventivas. La experiencia refuerza la necesidad de mantener sistemas de protección civil activos y estrategias de mantenimiento urbano constantes para salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población ante futuros eventos similares.