Esposados o con las manos sujetadas a la espalda, la cabeza agachada, en rastra, a empujones y con el peso de la incertidumbre de lo que pasará con ellos y sus familias, así es como se ven muchos connacionales que son atrapados en las redadas en Estados Unidos.

Les está dando un trato de criminales, bueno, creo que cuando han deportado capos del narco que son liberados en Estados Unidos y devueltos a México tienen mejor trato que muchos mexicanos que en estos días son arrestados y deportados a pesar de que no hicieron otra cosa que trabajar para enriquecer a aquella nación.

Muchos son los casos donde detienen a jóvenes estudiantes, padres, madres, hasta niños que su único pecado es soñar con un mejor nivel de vida.

Claro, el presidente del vecino país del norte está en su derecho de hacer e imponer las reglas que se le ocurran, pero es inhumano como están tratando a los migrantes que quizá la mayoría de ellos nunca cometieron una falta, ni siquiera una infracción de tránsito.

Pero no toda la culpa de lo que están padeciendo los migrantes es del Presídete de Estados Unidos, igual o más culpables son las autoridades de los países de donde provienen esos migrantes pues no les brindaron en su patria las condiciones para salir adelante.

De hecho, muchos migrantes de México no solo se fueron al país del norte en busca del sueño americano, se fueron huyendo del hambre, la necesidad, la inseguridad, porque sus tierras ya no producen y el gobierno les ha dejado solos sin apoyos ni programas efectivos que puedan, cuándo menos, poder comer tres veces al día, salir a la calle sin sobresaltos.

Vemos con tristeza en los medios de comunicación como detienen a los migrantes y el trato indigno que se les da, pues les tratan peor que criminales en muchos casos, pero no vemos que igual en muchos lugares de nuestro país los jóvenes ya ni siquiera pueden salir a la calle por miedo a que les secuestren, a muchos campesinos les han arrebatado sus parcelas, a productores les roban sus cosechas y no hay nadie que les defienda realmente, los políticos hablan mucho pero hacen poco por los mexicanos de bien.

Por supuesto que urgen los buenos acuerdos entre México y Estados Unidos, no solo por el trato que se les da a nuestros connacionales, sino por todo lo que significa tener una buena relación con los vecinos del norte.

Nos guste o no, aunque Estados Unidos requiera de la mano de obra mexicana y de los productos que exportan de nuestro país, ellos llevan la de ganar, razón por la que la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM debe ser cooperativa en algunas acciones que el gobierno gringo quiere emprender.

Y no, no es sumisión, es cooperación, tener una actitud responsable. No se puede enfundar en un patriotismo sino ve realmente por los intereses de la patria y de su gente.

Eso es solo hablando del asunto de las redadas y deportaciones, el tema de migración, también están los aranceles, que a decir verdad igual se debe tratar con suma responsabilidad para no afectar a productores e industria mexicana que tanto contribuye a la generación de empleos y a la economía nacional.

Lo del impuesto a las remesas que seguramente no tiene vuelta atrás, pues los estadounidenses lo están viendo como un impuesto sobre producto del trabajo, y es dinero que, aunque ellos digan lo contrario, si lo necesitan, al igual que necesitan a la mano de obra, también se debe tratar con responsabilidad para que no sea agresivo a la economía de los migrantes y sus familias.

Si, es indignante la manera en la que el gobierno gringo está tratando a nuestros connacionales, pero igual de indignante es que las autoridades mexicanas no hagan lo suficiente para llegar a buenos acuerdos, no bastan solo llamadas sin sentarse a la mesa de negociaciones, se requiere que el pueblo constate que se tienen gobernantes que pasan de los discursos a los hechos, pero de verdad.

En fin, la situación es que es muy lamentable la manera en la que están tratado a nuestros connacionales, es mucha humillación. Los detienen en sus centros de trabajo, en la calle, en las escuelas, campos de cultivos y ni oportunidad les dan de avisar a sus familiares, son muy tristes las escenas, pro insistimos, igual de triste es que por muchos años los gobiernos hablaban de las cantidades millonarias que llegaban al país vías remeses, en lugar de celebrarlo debería darles vergüenza, pues eso es sinónimo de que en nuestro país no se tienen suficientes oportunidades ni condiciones para que la gente de bien tenga una vida digna.

Urge, por el bien del país y de los mexicanos que vivimos de este lado de la frontera y los que por necesidad se fueron en busca del sueño americano y hoy están siendo perseguidos en suelo gringo, que las autoridades federales pasen de los dichos a los buenos acuerdos, de los discursos a los hechos.